Los fabricantes de coches piden eliminar el impuesto de matriculación
Hace ya meses que las empresas que operan en la industria del motor han calificado su situación de 'desesperada'. Para remediarla, la patronal Anfac volvió a reclamar ayer a las autonomías que eliminen el impuesto de matriculación, lo que incentivaría la demanda.
Las empresas productoras de automóviles radicadas en España lanzaron ayer una nueva llamada de auxilio a las administraciones para remediar la situación del sector, que recientemente calificaron de 'desesperada'. La patronal española de los fabricantes, Anfac, reclamó ayer a través de un comunicado la supresión del impuesto de matriculación como medida que, en su opinión, tendría un efecto inmediato sobre los consumidores y la demanda de vehículos. Este tributo está transferido a las comunidades autónomas. Según Anfac, su eliminación costaría 800 millones de euros. Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron ayer que no estudian ninguna medida al respecto.
Los fabricantes de coches afirmaron que en el contexto de crisis actual de la comercialización y la fabricación de vehículos, la supresión 'sería una ventaja clara para el consumidor, que se vería favorecido por una rebaja de impuestos en la compra de vehículos nuevos que, además, ayudaría a recuperar la confianza y a impulsar el consumo de vehículos nuevos'.
La patronal explicó que si no se toma ninguna medida para fomentar la demanda entre 2008 y 2009, se dejarán de vender cerca de un millón de turismos nuevos, lo que equivale a tres factorías produciendo con tres turnos.
Según la patronal Anfac, su retirada supondría un coste total de 800 millones
La supresión de este impuesto es una de las viejas reclamaciones de las empresas del motor, junto, entre otras medidas como la recuperación del Plan Prever. Sin embargo, el sector se ha encontrado con el obstáculo de las distintas autonomías, que dificulta su desaparición.
Las regiones, estima Anfac en su nota, 'pueden y deben jugar un papel importante en el mantenimiento de una industria tan importante para los ciudadanos de todo el país, y, en especial, para los residentes de las comunidades autónomas donde existe alguna fábrica de vehículos'. Según los cálculos de Anfac, las nueve autonomías que cuentan con fábricas concentran más del 80% de la recaudación del impuesto.
El Gobierno trabaja en la actualidad en un plan integral para que presentará en enero. El presidente de Anfac, Francisco Javier García Sanz, entregó durante la reunión con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el 26 de noviembre, una batería de diez propuestas con las reclamaciones como la introducción de un nuevo Prever. Otras de las propuestas se centraban en la financiación. Aquí, Anfac reclamó el apoyo del Gobierno para canalizar a España las ayudas en forma de créditos al sector que pondrá en marcha la UE. Anfac solicitó también deducciones fiscales por I+D+i y garantías de que el paquete de ayudas al sistema financiero llegue a consumidores y pymes.
Europa toma medidas
La reclamación de que se elimine el impuesto de matriculación no es nueva. La patronal del sector, Anfac, ha asegurado en repetidas ocasiones que la imposición en España para la compra de automóviles es excesiva, con respecto a otros países de su entorno. Según Anfac, éste es 'un impuesto que no existe en los países productores de vehículos'.Además, asegura la organización patronal, otros países europeos ya han tomado medidas que suponen una rebaja de impuestos. Así, en Alemania, según Anfac, se ha suprimido el impuesto de circulación con criterios medioambientales. El Gobierno de Nicolas Sarkozy ha implantado recientemente un plan de incentivos al achatarramiento de vehículos que da 1.000 euros por vehículo -una medida similar al extinto plan Prever que existía en España- y en Reino Unido se ha rebajado el IVA con que se grava la compra de automóviles. En España, la medida más destacada de cuantas se han tomado recientemente ha sido el plan Vive, que en su nueva versión incluye a vehículos usados y amplía de 5.000 a 10.000 euros de la financiación sin intereses.