El tren llegó primero a las tierras altas de Escocia
Royal Scotsman, una alternativa ferroviaria para disfrutar del paisaje más bello y salvaje.
Las tierras altas de Escocia tienen el poder de atracción de la soledad agreste. Sucumbir a su llamada puede convertirse en un deporte de riesgo si el medio de locomoción que elegimos es el coche. Carreteras estrechas y sinuosas de un solo carril en las que hay que consumir muchas horas para hacer pocos kilómetros... además de conducir contra natura por la izquierda.
Existe una alternativa elegante y cómoda que es la del viaje en el Royal Scotsman, un tren de época que gestiona la cadena de hoteles de lujo Orient Express. Dejarse llevar por su suave traqueteo permite al viajero sumergirse en un paisaje de mil caras por unos trazados únicos, antiguos, en buena parte alejados de cualquier vestigio de civilización. A medida que el Royal Scotman remonta la geografía escocesa hasta las tierras más altas entramos en un territorio en el que el tren, hace siglo y medio, llegó primero, antes incluso de la popularización del automóvil.
Los trenes turísticos tienen un punto de ficción. La recuperación como camarotes de lujo de unos vagones de la edad dorada del ferrocarril los convierten en poco más, y a la vez en nada menos, que en hoteles de cinco estrellas que conservan una cierta capacidad para cambiar cada jornada de ubicación. La oferta para el viajero consiste en dormir y desayunar en el tren cuando éste está parado en una estación, para después, durante toda la jornada, ir y venir en autocar para hacer las excursiones de rigor, con almuerzos y cenas incluidas en los mejores restaurantes de la región que se visita.
Orient Express ha diseñado una magnífica experiencia en este tren de lujo
El diseño de la oferta del Royal Scotsman es distinto. Se trata de un viaje en tren con todas sus consecuencias en el que el autocar cumple realmente su función auxiliar; su protagonismo no ensombrece la experiencia ferroviaria.
El tren de lujo creado para visitar las Tierras altas de Escocia (Highlands), es un hotel de lujo rodante, con la cocina y el restaurante móvil más prestigiosos del Reino Unido, y además remolca un vagón sala de estar cuya terraza panorámica al aire libre permite degustar sobre la marcha el matrimonio entre tren y paisaje con sensaciones que ya son inviables en la moderna explotación ferroviaria.
La guinda del viaje de la ruta del Royal Scotsman que se conoce como Clasic son las visitas a destilerías del mejor whisky, como Dalmore o Glenmorangie, o a algunos de los míticos castillos de la Escocia más auténtica, enseñados por sus propietarios, como Eilean Donan o Ballindalloch.
Pero el plato fuerte de la experiencia lo encontramos en las largas jornadas de viaje en tren que combinan la observación del paisaje, la siesta reparadora en el camarote, o la charla amigable en el vagón panorámico, con los desayunos, comidas y cenas opíparas en los dos coches restaurante.
La cocina del Royal Scotsman está catalogada entre las 10 mejores de Orient Express. Tiene cuatro fogones y tres cocineros. La comida es fresca del día e incorpora ingredientes naturales de los lugares por donde se viaja. Desde pez ahumado de Inverawe Smokehouse, langostinos y vieiras de Kyle of Lochalsh, salmón del Río Tay y ternera de Aberdeen Angus, hasta la lechuga y las flores silvestres de la isla de Skye.
Guía para el viajero
LAS RUTAS El Royal Scotsman realiza cinco rutas distintas en una temporada que en 2009 comienza el 27 de abril y finaliza en 27 de octubre. El punto de partida es la estación Waverley de Edimburgo y su duración varía entre las dos noches del recorrido por las Highlands (2.630 euros por persona) a las siete noches del Grand North Western (7.790 euros por persona.)EL TREN Se trata de una composición de nueve coches de estilo eduardiano con 16 suites dobles y cuatro individuales, para un total de 36 huéspedes, bellamente decoradas con marquetería de caoba.CONTACTO www.royalscotsman. com y www.orientexpress. com