Una política monetaria que se reinventa
La Fed ha abierto la veda entre los bancos centrales para compaginar tipos al 0% con medidas adicionales para reactivar el crédito.
Nueva era en la política monetaria. La dureza de la actual crisis ha obligado a los bancos centrales, encabezados por la Reserva Federal estadounidense, a ampliar susmétodos más tradicionales para cumplir con su misión de guardianes de la economía: mantener el equilibrio entre el crecimiento y la inflación. Ya no basta con modular los tipos de interés para conseguir este objetivo, sino que ha sido necesario echar mano de otrosmecanismos para intentar restaurar los circuitos del sistema financiero. Y la Fed ha sido la primera en no escatimar esfuerzos. Tras situar el precio del dinero en una horquilla entre el 0% y el 0,25%, la cotamás baja de su historia, y poner fin al ciclo de descensos más brusco en política monetaria, Ben Bernanke lanzó la semana pasada un claro mensaje. A la institución que gobierna no le temblará la mano a la hora de comprar deuda del Tesoro o titulizaciones hipotecarias si la situación así lo requiere. Más presión para el BCE, duramente criticado por no haber reaccionado con más rapidez en la crisis.
¢Las medidas anunciadas por la Fed son realmente agresivas. Su preocupación es la deflación. Con una economía real en recesión y un nivel de endeudamiento de familias, empresas y Estado enorme, la deflación podría conducir a una profunda depresión, pues la caída en los precios induciría a las empresas a reducir aún más su actividad y aumentaría el valor real de la deuda haciendo más costoso el ajuste¢, explica Carlos Sebastián, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid. Sebastián considera que estas operaciones de mercado abierto, en referencia a la intención de la Fed de adquirir deuda pública, ¢ayudarían además a evitar que los tipos a largo plazo se incrementaran, como consecuencia de la emisiónmasiva de títulos para hacer frente a la financiación de todas las medidas que se están poniendo enmarcha¢.
Ha sorprendido la contundencia de Bernanke en 15meses ha recortado los tipos del 5,25% hasta el nivel actual, pero también se teme que se le haya ido la mano y se haya quedado sin cartuchos en la recámara. ¢En general, bajar los tipos hasta el 0,125% demuestra que hemos caído en lo que Keynes definió como latrampa de la liquidez. Por mucho que reduzcas los tipos la gente no invierte y la Bolsa deja de responder. Japón lo padeció durante una década. Eso conduce a una depresión económica. Lo peor que podría ocurrirnos: bajan los precios de los activos, las materias primas, y los productos industriales y, no obstante, el consumo no aumenta¢, afirma Robert Tornabell, profesor de Finanzas y ex decano de Esade.
De momento, Bernanke ha logrado calmar las aguas. Los tipos fijos de los préstamos hipotecarios a 30 años han caído al 5,19%, su séptima bajada consecutiva. Esto es una buena noticia para los estadounidenses, que antes de la explosión del mercado de la vivienda solían endeudarse con tipos fijos frente a variables, al suponer el interés más bajo registrado por Freddie Mac desde que se empezó a hacer estadísticas, es decir, hace 37 años.Hace una semana, este tipo era del 5,47% y en 2007 del 6,14%. ¢La caída tiene su explicación en el anuncio de la Reserva Federal de rebajar los tipos a niveles históricamente bajos y mostrarse abierta a expandir la compra de activos financieros apoyados en hipotecas¢, explicaba Frank Nothaft, economista jefe de Freddie. Además, la Asoen ciación de Banqueros Hipotecarios (MBA en sus siglas en inglés) afirma que se está activando la demanda de créditos, aunque en su mayoría corresponde a refinanciaciones.
El precedente de Japón
Uno de los principales recelos a la actitud de la Fed es el precedente de Japón, que vivió en los años noventa una crisis bancaria e inmobiliaria de la que todavía no se ha recuperado y donde la medicina aplicada fue una política monetaria de tipos al 0% (ahora están en el 0,1%). En opinión de Carlos Sebastián, ¢en Japón la combinación de un sistema bancario con graves problemas de solvencia que se abordó de forma lenta e incorrecta y una deflación produjo un prolongado estado recesivo. Se trata ahora de ser más eficaz en el restablecimiento de la solvencia bancaria y de no permitir la deflación¢, matiza.
Pero al margen de estos riesgos, los expertos coinciden en que la contundencia de la Reserva Federal debe ser secundada por el BCE, el único banco central que se atrevió a subir los tipos el pasado julio, cuando la tormenta financiera ya empezaba a mostrar su peor cara y la Fed ya había dado el pistoletazo de salida al proceso de descensos. Ahora, y una vez que el propio BCE ha reconocido que la inflación ha dejado de ser un problema (se ha deslizado hasta el 2,1%, una décima por encima del objetivo oficial), los economistas creen que no existe ninguna excusa para no aplicar una política monetaria más agresiva. Las expectativas apuntan a que los tipos oficiales se situarán entre el 1% y el 2%, frente al 2,5% actual. La primera cita del BCE con losmercados será el próximo 8 de enero.
Milagro Puelles, de Mercagentes, afirma que existe margen para un descenso de entre 75 y 100 puntos básicos. ¢Quizá no lo anuncie en la reunión de enero, pero sí a lo largo del primer semestre¢. José Luis Martínez, de Citi, espera que bajen hasta el 1% o el 1,5%. Este economista critica losmensajes contradictorios de los propios miembros del BCE, como el alemán Jürgen Stark, que ha advertido que hay que estar preparado para medidas restrictivas una vez que la crisis haya finalizado. ¢En definitiva, condicionar la duración de la política monetaria es restarle parte de sus beneficios¢, señala. Para Natalia Aguirre, de Renta 4, los tipos caerán al 1,5% ¢por lo menos¢. Añade que Trichet deberá ¢moderar el ritmo de descenso de los tipos y otras medidas que lleguen a la economía real, así como reactivar el crédito.
En esta línea, el BCE recortó el jueves la facilidad de depósito (la rentabilidad que paga a los bancos por mantener sus fondos en la institución) hasta el 1,5% y elevó la de los créditos al 3,5%. Con ello, intenta que las entidades vuelvan a abrir el crédito a particulares y empresas en vez de poner a buen recaudo su liquidez en las arcas del banco central.