El Gobierno belga dimite por el escándalo de la venta de Fortis
El Gobierno belga al completo presentó el viernes la dimisión por el escándalo político, económico y judicial que ha desencadenado la operación de rescate y venta de Fortis. El Rey belga tiene la última palabra sobre la dimisión, pero su país ya se ha convertido en la primera víctima política del vendaval financiero que azota la UE.
Bélgica se sumió el viernes en el caos político y financiero en el que ese país se está malacostumbrando a vivir. En septiembre sufrió el trauma del colapso de Fortis, el grupo financiero que copa más del 40% del mercado belga. Y ahora el frágil Gobierno del conservador Yves Leterme cae arrastrado por la fallida operación de rescate público de esa entidad y su venta posterior al francés BNP Paribas.
La dimisión del Gobierno se produjo tras 48 horas de escandalosas y contradictorias revelaciones sobre la operación de rescate público del antiguo grupo belgaholandés. La puntilla fue un informe del presidente del Tribunal de Apelación de Bruselas, elmismo que el 12 de diciembre paralizó la venta de Fortis a BNP Paribas , que confirmó el viernes la presión del Gobierno a los magistrados para que aceptasen la legalidad de la operación.
La interferencia del poder ejecutivo con el judicial terminó con la escasa credibilidad de Yves Leterme, que ganó las elecciones en junio de 2007 pero no consiguió formar Gobierno hasta marzo de este año. Dosmeses después, presentaba por primera vez la dimisión por los conflictos de competencias entre las regiones del país (Valonia y Flandes).
La virulencia de la crisis financiera, curiosamente, permitió a Leterme después del verano aparcar los conflictos lingüísticos y territoriales y ganar cierto prestigio con sus operaciones de rescate y ayuda del sector financiero. Además de desmembrar Fortis en colaboración conHolanda, Bélgica inyectó capital en Dexia y KBC, las otras entidades claves del país.
Pero la resistencia de los accionistas minoritarios de Fortis a aceptar su venta sin ser consultados frenó esa operación y ha precipitado la caída del Gobierno. La crisis no pasará desapercibida para aquellos gobiernos de la UE que también han acometido operaciones de rescate sin prestar demasiada atención a los accionistas ni a la legalidad.