El Gordo de Navidad, una posibilidad entre 85.000
El director del Instituto de Ciencias Matemáticas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Manuel de León, ha echado mano de los números que tan bien conoce para calcular la probabilidad de ganar el Gordo de la Lotería de Navidad. El resultado es que la posibilidad de hacerse con el deseado premio es casi un imposible, es de una entre 85.000.
Las posibilidades de resultar agraciado con el Gordo son exactamente las mismas sea cual sea el número con el que se juegue, sin distinción alguna entre uno u otro, puesto que "se trata de un juego totalmente aleatorio", en el que los resultados obtenidos dependen "única y exclusivamente del azar", ha subrayado el experto.
Con el sencillo ejemplo de una moneda lanzada al aire, el matemático ha ilustrado la lógica de las probabilidades en los juegos de azar: "La posibilidad de que caiga cara es siempre una de entre dos, y de que sea cruz, exactamente igual. Ambas probabilidades son siempre del cincuenta por ciento". También en el caso de un dado, las posibilidades de que caiga sobre una u otra cara después de ser lanzado al aire son siempre las mismas, es decir, una de entre seis. En el caso del Gordo de Navidad, las probabilidades de obtenerlo se calculan dividiendo el número de casos posibles entre los favorables, con lo que la posibilidad de lograrlo es el resultado de dividir los 85.000 números de las series entre el dígito uno.
"Todos los números tienen exactamente la misma posibilidad de resultar agraciados en el sorteo extraordinario de Navidad y, por tanto, no hay nada predeterminado, pese a que ciertos números puedan resultar más o menos atractivos de acuerdo a determinados gustos o supersticiones", ha señalado el matemático.
En cuanto al furor de ciertas personas por comprar en determinadas administraciones de lotería anteriormente premiadas con el Gordo de Navidad, el matemático del CSIC ha dicho que es lógico que, a mayor volumen de compras en un establecimiento, aumenten también las probabilidades de premio en el mismo. "Todos quieren comprar en las administraciones en donde casualmente ha caído más veces el premio Gordo, y, precisamente, esa mayor afluencia de público eleva las posibilidades de que toque de nuevo", ha afirmado el experto.
En opinión de Manuel de León, resulta mucho más rentable jugar en cualquiera de los sorteos de los sábados porque las probabilidades de ganar buenos premios son mucho mayores que en Navidad, un sorteo éste último que, sin embargo, es ya "algo tradicional" y suscita enorme emoción, porque se reparte un gran premio con "mucho atractivo mediático", aparte de otros menores.
Según el matemático, en un sorteo convencional de los sábados puede tocar al ciudadano mucho más dinero si coinciden la fracción y la serie con el número premiado. "A veces con tan sólo seis euros pueden tocar tres millones de euros", resalta. Aunque en el sorteo extraordinario de Navidad los niños están "horas cantando premios", muchos de ellos son de menor cuantía y, además, la inversión que suele hacerse para conseguir el Gordo supera con creces el dinero destinado a intentar lograr el premio mayor de los sorteos semanales.