Aguas de Valencia paga 3.000 euros diarios por los avales de la opa
El retraso en la aprobación del folleto de la opa de exclusión le está costando caro a Aguas de Valencia. La sociedad, controlada por Inversiones Financieras Agval (Fomento Urbano de Castellón y Banco de Valencia, propietarios del 60% del capital), paga 3.000 euros diarios de intereses por los avales que ha tenido que formalizar a instancias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para garantizar el pago a todos los accionistas en el caso de que acudan.
Este coste entraría dentro de la normalidad de no ser por el hecho de que se da por seguro que Suez, que controla el 33% del accionariado, no acudirá a la opa. El enfrentamiento de los accionistas locales de Aguas de Valencia con el grupo francés está provocando un retraso en el visto bueno de las condiciones de la salida del parqué de la empresa. Suez, vetada en el consejo de administración por considerarla competencia directa por su participación en Aguas de Barcelona, mantiene abiertas varias vías judiciales contra la operación. Sin embargo, la compañía estima que el folleto verá la luz en las próximas semanas, una vez atendidas todas las demandas del regulador.
Aguas de Valencia tiene por tanto avalados los 115,76 millones de euros que le costaría, como máximo, la opa (a 150 euros el título), de acudir el 39,32% del capital que no controla. Esa cantidad es la que le genera unos gastos financieros que, paradójicamente, también comparte Suez, quien, pese a oponerse a la opa, la sufraga en la parte que le corresponde como accionista.
No es la única garantía que se ha tenido que formalizar ante la eventual venta del grupo francés de su parte. De hecho, Inversiones Financieras Agval ha constituido un fondo de alrededor de 60 millones de euros para afrontar una hipotética ampliación de capital de Aguas de Valencia. Esta inyección sería necesaria si Suez vende su parte, ya que la sociedad tendría que hacer frente al pago de los 97,2 millones que cobrarían los franceses, lo que la situaría en una situación patrimonial deficiente. Además, Agval también debería hacerse cargo de la autocartera que acumularía la empresa, superior a lo máximo permitido, lo que la obliga, a instancias del regulador, a estar preparada.
El canon de los concursos se dispara
El presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, reconoció ayer que la crisis también afecta a empresas de servicios tan esenciales como es el abastecimiento de agua potable o la depuración. Los efectos, sin embargo, no llegan por la misma vía que al resto de sectores. 'Hay un incremento de los cánones que nos piden los ayuntamientos para ganar los concursos que están saliendo', explicó Calabuig. Las necesidades de financiación de los consistorios, con el parón inmobiliario, ha provocado que ayuntamientos que no preveían sacar a concurso el agua, lo hagan.