Industria no subirá la luz si no se resuelve el déficit de tarifa
El titular de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que la tarifa eléctrica no subirá en enero si antes no logra un acuerdo con las compañías para resolver el déficit tarifario, que acumulará a fin de este año más de 14.000 millones.
A 30 días de la revisión preceptiva de la tarifa eléctrica y tras la propuesta de la Comisión de la Energía de un incremento del 31% el ministro de Industria, Miguel Sebastián, lanzó ayer una advertencia: la luz no subirá en enero si no se logra un acuerdo con las empresas para resolver el déficit de tarifa, informa Efe. Este déficit, que, desde 2002 suma más de 14.000 millones, se produce por decisión política cuando los costes de generación no son cubiertos por los ingresos porque las subidas son insuficientes.
En declaraciones a la prensa, Sebastián advirtió que esta amenaza 'va totalmente en serio' y que, de producirse una subida, ésta no será de la magnitud que apuntaban ayer algunos medios (el 8% en el primer semestre). Según el ministro, para llegar a una solución las eléctricas deben hacer su aportación 'como lo hacen los consumidores y lo hará también el Presupuesto del Estado'.
Pese a esta afirmación de Sebastián, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, ya ha comunicado a Industria que los Presupuestos no sufragarán ni una sola partida de la tarifa eléctrica, como las primas a las renovables o los fondos para el plan de eficiencia energética que se pagan en el recibo de la luz.
En sus declaraciones de ayer, el titular de Industria subrayó que 'cuando haya un acuerdo para eliminar ese déficit tarifario tendremos una propuesta para la subida de la luz que será razonada y razonable'. Y apuntó a que la revisión de la tarifa dependerá de que haya un acuerdo para le eliminación del déficit: 'si no hay acuerdo no habrá subida, porque no van a ser los consumidores los únicos que resuelvan el déficit'. Sebastián omitió, sin embargo, que aunque no haya subida los costes, que la ley reconoce en cualquier caso a las empresas, pasarán a engrosar de nuevo el déficit, que acabarán pagando los consumidores tarde o temprano.
Pese al escaso margen de tiempo que hay hasta el 1 de enero, en su opinión, 'las cosas se arreglan muchas veces en una noche'.
Precisamente, el consejo de la Comisión de la Energía se reúne hoy para aprobar el informe sobre el real decreto y la orden ministerial que regula la nueva tarifa de último recurso (TUR), que entra en vigor el 1 de julio de 2009 y supone un cambio drástico en el mercado. La nueva tarifa se aplicará a los pequeños consumidores con potencia contratada inferior a 15 kW, lo que deja fuera de este paraguas a 600.000 pymes.
Además, el nuevo sistema deja a las 350 pequeñas distribuidoras que todavía hay en España sin clientes, ya que ninguna podrá vender con este precio regulado máximo, con lo que se limitarán a distribuir. Otro tanto ocurre con las cinco grandes distribuidoras, con la diferencia de que sus grupos empresariales podrán constituir sendas comercializadoras de último recurso, que son las únicas que podrán, por ley, vender a tarifa.
La nueva normativa, que ha provocado fuertes enfrentamientos en el consejo consultivo de la electricidad de la CNE, en el que participan empresas, comunidades autónomas (que tienen las competencias en distribución) y consumidores, establece una tarifa de último recurso ligada al consumo y el poder adquisitivo del cliente. Esta tarifa o bonificación debe sufragarla la comercializadora.
Subida, sí o sí
Aunque el Gobierno decida congelar la tarifa los consumidores no se librarán de pagar, tarde o temprano, la subida de los costes de las eléctricas, porque así lo establece la ley. Lo que no se suba se sumará al déficit que se pagará de forma aplazada en 15 años.
Un encuentro a solas con Entrecanales y Galán
De las negociaciones entre las cuatro grandes empresas eléctricas que sufragan el déficit de tarifa poco ha trascendido. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, mantuvo reuniones individuales a principios de octubre con los máximos responsables de estas compañías. Por este orden, con Manuel Menéndez, presidente de Hidrocantábrico; José Manuel Entrecanales, de Endesa; Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola y Pedro López Jiménez, de Fenosa.A continuación, y sin que trascendiera, Sebastián tuvo un encuentro con los presidentes de las dos grandes eléctricas, (Entrecanales y Galán) y a partir de ahí, las negociaciones (si así se las puede llamar) descendieron a niveles inferiores, entre directores generales de las compañías y el secretario general de la Energía, Pedro Marín. La reunión colectiva con presidentes que se había anunciado no se ha producido.Fuentes empresariales aseguran que de los encuentros no ha salido nada concreto: el ministerio ha pedido a las eléctricas que asuman algunos costes, como el de la nueva tarifa social o que firmen contratos que palíen los efectos de la desaparición de la tarifa G-4 (la gran industria) y las eléctrica reclaman que desaparezca la minoración de los ingresos extras por los derechos de emisión gratuitos de CO2. En cualquier caso, las discusiones se centran en dos puntos: un calendario de subidas de las tarifas y que el déficit tenga el aval del Estado para que se pueda subastar con éxito.En otros ámbitos se apuesta por una reforma del mercado, que el ministerio ha rechazado.