Las emisiones de deuda privada se reactivan a precios desorbitados
Financiarse en el mercado ya no es algo imposible para las empresas. Las emisiones de deuda corporativa han despertado del letargo y tan sólo la semana pasada se emitieron 9.550 millones de euros en Europa, algo que no se veía desde los mejores tiempos. Eso sí, las diferencias con antaño son notables. Los costes hoy resultan desorbitados y el mercado sólo acepta papel de las empresas más defensivas o de los bancos con aval del Estado.
La quiebra de Lehman Brothers en septiembre marcó un antes y un después en el mercado de renta fija privada. Al calor de la desconfianza desatada, las emisiones de deuda corporativa se congelaron durante cinco semanas, un cierre muy prolongado que no se había visto nunca en este mercado desde que se creó el euro. A mediados de octubre, el ligero aumento de la confianza tras la batería de medidas aprobadas, la caída de la volatilidad y la asunción por parte de las empresas europeas de que para emitir deuda con éxito deben pagar diferenciales más elevados ha permitido que el mercado empiece a funcionar.
Gaz de France Suez tuvo la valentía de abrir la veda a mediados de octubre con dos operaciones por valor de 1.900 millones de euros que han marcado tendencia. Desde entonces, ante la demanda suscitada por estas operaciones y su recorrido en el mercado secundario, 29 empresas más se han animado a colocar deuda por un total de 30.690 millones de euros.
'El mercado se empieza a normalizar pero con diferenciales de crédito extraordinariamente elevados, compatibles con escenarios futuros de quiebra que muy probablemente no se van a producir', explica Demetrio Salorio, director de mercados de capitales de deuda de SG CIB a nivel mundial.
El caso de Iberdrola, la única empresa española que se ha financiado en el mercado en las últimas semanas, es muy ilustrativo. En abril, la eléctrica emitió bonos a cinco años a un diferencial de 83 puntos sobre el midswaps -apuesta de los partícipes del mercado sobre el nivel de tipos de interés a un plazo determinado- y el 13 de noviembre tuvo que desembolsar más del triple por un vencimiento menor. Pagó 290 puntos básicos por una emisión de tres años.
'Entramos en una nueva fase en la que el dinero cuesta mucho. Los inversores tienen poca tolerancia para aceptar precios más bajos. Lo que en septiembre valía 100 ahora cuesta 300', explica Noelle Cajigas, responsable de mercado de capitales BNP Paribas para España y Portugal.
Los inversores quieren precios altos pero también discriminan a la hora de aceptar emisores. Sólo las empresas con calificaciones crediticias elevadas, negocios con ingresos estables y un perfil más defensivo han encontrado hueco en el mercado. 'El mercado está abierto para empresas no cíclicas o para negocios con avales del Estado', explica Adam Cordery, de Schroders. En cualquier caso, los expertos prevén una avalancha de papel en los próximos meses que hace predecible que los costes de financiación se mantengan elevados. 'Muchas empresas se van a ver forzadas a salir para financiarse. Deberán emitir a diferenciales superiores a los del mercado secundario para que los inversores se animen. Ahora la prima respecto al mercado secundario oscila entre 50 y 100 puntos básicos', comenta Carmen Navacerrada, asesora de Tressis.
La oferta también aumentará en el terreno gubernamental. Los planes para reactivar la economía en la zona euro requerirán emisiones de deuda estatal por unos 750.000 millones de euros, cifra a la que hay que sumar los programas de emisiones bancarias con aval, estimada en unos 500.000 millones más, según fuentes del mercado.
Los expertos no creen que la deuda estatal sean una competencia para las de renta fija privada ya que ofrecen rentabilidades inferiores y el perfil del inversor es muy diferente pero está por ver si el mercado tiene o no un tope. Lo que los expertos sí ven con más claridad es un posible rival en las emisiones bancarias avaladas por el Estado. Debido a la cuantía prevista provocarán que se coloquen a diferenciales elevados que pueden resultar interesantes para los inversores que entran en riesgo de crédito puro, aseguran los expertos.
BMW
La excepción. En las últimas semanas BMW ha sido la única empresa cíclica que ha logrado emitir deuda. Colocó 750 millones de euros y pagó un diferencial de 525 puntos básicos, muy por encima de los 70 puntos básicos que desembolsó en mayo por otra emisión de 1.750 millones de euros.
La competencia de la deuda bancaria avalada por el Estado
Los planes de emisiones bancarias con aval comienzan a surtir efecto y 10 entidades han logrado financiarse desde mediados de octubre gracias al respaldo estatal. Hasta la fecha las emisiones se han cerrado sin problema a diferenciales que oscilan entre los 5 y los 40 puntos básicos (ver cuadro). Operaciones que pagan cupones entre el 3,5% y el 4,6%.Los expertos prevén muchas más emisiones y está por ver el efecto que tendrá la avalancha de papel bancario que se avecina para el mercado de renta fija privada. 'Por el momento es un sector pequeño pero a medida que se animen nuevos emisores pueden perjudicar a las empresas que deseen emitir. Afectará sobre todo a aquellas de mayor calidad porque se verán obligadas a pagar diferenciales mayores', comenta Quentin Fitzsimmons, gestor de Threadneedle.Las empresas no lo tienen todo perdido. 'La mayoría de los planes de garantías estatales dan avales hasta tres años. Es posible que las empresas traten de financiarse a plazos de cinco años en adelante', añade Demetrio Salorio.La buena noticia es que el mercado se anima. Incluso en el mercado secundario se empiezan a ver algunos cruces en el sector financiero, un síntoma de esperanza.