General Motors ultima el plan de rescate que presentará al Congreso
El consejo de administración de General Motors se reunió ayer en Detroit (EE UU) para discutir el plan de rescate de la automovilística que debe presentar ante el Congreso esta semana. El consejo debe determinar si mantiene al consejero delegado, Rick Wagoner, al frente de la compañía.
La reunión de los consejeros comenzó ayer y continuará hoy. El consejo elaborará dos documentos, uno público, de entre 10 y 12 páginas, y uno privado, de unas 80 páginas, con más detalles sobre el plan propuesto.
General Motors comunicó el pasado 7 de noviembre que podría terminar el año sin la liquidez suficiente para afrontar los 11.000 millones de dólares (8.661 millones de euros) de compromisos de deuda a corto plazo que tiene para entonces.
La semana pasada las acciones de la compañía se dispararon un 71% en previsión de que salga adelante el plan de rescate, que contempla reducción de costes laborales y de deuda, así como la eliminación de la mitad de las marcas que la compañía tiene en Estados Unidos. Dicho plan podría permitir a General Motors obtener los 12.000 millones de dólares que necesita para mantener el negocio.
La industria automovilística vive este año la mayor crisis en al menos una década.
Reducir deuda
Según fuentes cercanas a la compañía, General Motors quiere reducir la deuda que tiene asumida, y que asciende a 43.000 millones de dólares (33.858 millones de euros). El plan contempla cambiar la deuda emitida en la actualidad por bonos con menor valor o incluso por acciones de la firma. Asimismo, podría terminar con las provisiones con las que paga a los empleados que no trabajan cuando se cierran las plantas temporalmente.
El plan podría incluir una demora en el pago 7.000 millones de dólares que tiene pendientes para dotar un seguro médico para los empleados retirados.
La compañía estudia, asimismo, cerrar o vender las divisiones que fabrican los modelos Pontiac, Saab y Saturn.