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Gestión

Los accionistas de Fortis se pronuncian esta semana sobre el despiece del banco

Los accionistas de Fortis tendrán la próxima semana la primera ocasión para pronunciarse sobre la gestión del grupo financiero en el último año y las decisiones que han llevado a su fragmentación y venta.

La dirección de la entidad ha convocado sendas asambleas generales de accionistas, mañana en Utrecht y el martes en Bruselas, para explicar la situación en que se encuentra el grupo y someter a votación el nombramiento del nuevo equipo directivo.

Será la primera oportunidad de los accionistas para opinar sobre los acontecimientos y decisiones que han acabado con un gigante de la banca y los seguros que estaba presente en más de cincuenta países y que figuraba entre las veinte entidades más grandes de Europa. En dos semanas muy agitadas, de finales de septiembre a mediados de octubre, la intervención de los tres gobiernos del Benelux para salvar a Fortis de la quiebra terminó con su despiece y venta.

Ahora, bajo control del grupo Fortis sólo queda la división internacional de seguros y una participación del 66 por ciento en la entidad que reúne la cartera de productos estructurados.

Por un lado, el Gobierno holandés decidió hacerse con todo el negocio del grupo en Holanda, incluida la parte de ABN Amro que Fortis había comprado un año antes. La Haya ha puesto a la venta la división de seguros, en tanto que las actividades de banca serán agrupadas con las de ABN, bajo el nombre de este último, lo que hará que la marca Fortis desaparezca del mapa bancario holandés.

Por su parte, los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo decidieron, tras nacionalizar la entidad, vender casi todo el negocio bancario (75% y 67%, respectivamente) y las actividades de seguros en Bélgica al banco francés BNP Paribas, reservándose una minoría de bloqueo.

Es previsible que algunos accionistas aprovechen las asambleas para exponer su descontento a la dirección, después de que varios grupos y asociaciones de minoritarios hayan iniciado procedimientos judiciales, tanto en Holanda como en Bélgica, para impugnar las decisiones que han acabado con la fragmentación de Fortis.

En la circular que ha enviado a los titulares de acciones de Fortis de cara a las asambleas del lunes y martes, el actual equipo directivo insiste en que, dada la situación del mercado, la venta del grueso del negocio bancario y asegurador era la única salida para garantizar su viabilidad. "Lamentamos la subsiguiente incertidumbre y pérdida de valor para los accionistas, los clientes y los empleados", asegura la cúpula de Fortis en la nota.

Los accionistas saben muy bien a que se refiere esa pérdida de valor, pues en lo que va de año sus títulos han pasado de pagarse a cerca de veinte euros a menos de uno (0,74 euros al cierre de la sesión del viernes).

Este descenso en la cotización refleja el descrédito de una entidad que se embarcó el año pasado en una aventura -la compra de un rival mucho más grande, ABN Amro, junto al Santander y Royal Bank of Scotland- que se le acabó atragantando.

A los problemas para pagar su parte de ABN (24.700 millones de euros) se sumó la exposición de la entidad a las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y todo ello en un contexto de creciente tensión en los mercados financieros globales.

Además de votar a los candidatos propuestos por la entidad para el Consejo de Administración -varias asociaciones de minoritarios van a presentar listas alternativas-, los accionistas de Fortis en Bélgica también deben pronunciarse sobre la continuidad de las actividades del grupo.

En virtud de la legislación belga, cuando los activos netos de una empresa se sitúan por debajo del 50% del capital registrado, los accionistas deben elegir entre la continuidad de las actividades o la disolución.

No obstante, en la asamblea de mañana no habrá el quórum exigido para adoptar esa decisión (50%), por lo que ya ha sido convocada una nueva junta, el 19 de diciembre, que ya no requiere mínimo de asistencia

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