'El Gobierno nos ha ninguneado'
La reunión el pasado miércoles del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de Anfac, Francisco Javier García Sanz, ha levantado ampollas en el resto del sector. El presidente de Faconauto, la patronal de los concesionarios, Antonio Romero-Haupold, critica su exclusión del encuentro y avisa que ya se ha comenzado el despido de 20.000 personas entre los puntos de venta.
¿Cuál es la postura de Faconauto respecto de la reunión del pasado miércoles del presidente del Gobierno y Anfac?
Pues que se nos han ninguneado. No entendemos cómo no hemos estado presentes, ya que empleamos a más gente que las fábricas y somos el punto medio entre los fabricantes y los clientes. Debemos estar en todas las negociaciones.
¿Y qué opina acerca del contenido de la reunión?
Bueno, a la industria de la automoción hay que ayudarla igual que se ha ayudado a la banca, puesto que es un negocio muy financiero. Además, los concesionarios tenemos que dejar de ser los bancos de las fábricas en un tiempo razonable. Podemos ayudar, pero no puede ser así indefinidamente.
¿A qué se refiere exactamente?
Nuestros stocks de coches están inflados. Estamos obligados a comprar más coches de los que podemos vender, lo que nos lleva a actuar como bancos en vez de los bancos. Y este caso es más grave en España que en otros países. Romero-Haupold ha cifrado en 900 millones los costes de mantenimiento que les genera el alza de los stocks.
¿Echa Faconauto en falta alguna propuesta entre el listado facilitado por Anfac al Gobierno?
Lo fundamental para que no se vuelva a producir esta situación es que haya una ley de distribución. Además, todas las ayudas que se den han de acabar en el bolsillo de los consumidores españoles, y no salir de España en ningún caso.
¿Cuántos empleos peligran en la industria?
La mayoría de los empleos que peligran son en los concesionarios, y la situación no parece tan grave porque la mayor parte de estas empresas son familiares. Los concesionarios dan empleo a 170.000 personas en España. Para proteger al menos 150.000 de estos puestos, probablemente tendrán que salir unos 20.000 empleados, una regulación que ya se está produciendo. Y eso, a pesar de que la posventa está sosteniendo el negocio.