La banca pequeña podrá pedir avales del Estado agrupándose
El Gobierno recibe desde el lunes las solicitudes de entidades financieras que quieran aval público para sus emisiones. La banca de pequeño tamaño podrá acceder al programa agrupándose.
A partir de la próxima semana echa a andar el segundo instrumento habilitado por el Gobierno para mejorar la financiación de la banca que opera en España. En concreto, se trata de un aval del Estado para emisiones de pagarés y bonos. El límite máximo a garantizar, para todo el sistema, es de 100.000 millones de euros.
Las entidades financieras cuentan tan sólo con ocho días para inscribirse en la dirección general del Tesoro del Ministerio de Economía: desde el próximo lunes hasta el 3 de diciembre. Deberán indicar para qué volumen de emisiones solicitan aval.
Una de las novedades de esta medida es la posibilidad de que los pequeños bancos, cajas y cooperativas de crédito puedan agruparse para demandar la garantía pública. El tamaño mínimo para presentarse es contar con una cuota de mercado de al menos un 0,1% del crédito. También es imprescindible haber realizado alguna emisión desde 2003.
Aquellos que no alcancen ese nivel, 'podrán combinar su porción correspondiente de cuota, con otras entidades, para solicitar el aval de forma conjunta', apuntan fuentes del Tesoro.
La ventaja de contar con la garantía del Estado para la emisión es que ésta será más fácil de comercializar entre inversores, especialmente internacionales, y que abaratará el precio de financiación.
Ahora bien, éste respaldo público no será gratuito. Para emisiones a menos de un año, conllevará el pago de una comisión del 0,5% del importe. En caso de operaciones con un plazo de vencimiento superior, la comisión oscilará -en función del perfil de riesgo de la entidad-, entre un 0,86% y un 1,048%. En caso de que el Estado avale emisiones por el volumen máximo (100.000 millones), el Tesoro podría cobrar entre 500 y 1.000 millones de euros.
El viernes también hubo reacciones a la primera subasta del fondo de adquisición de activos financieros. Entre ellas destacó la de Caja Navarra, que difundió un curioso vídeo en Internet con dos directivos explicando la decisión de la caja; y la de José Oliú, presidente de Banco Sabadell, que criticó a quienes no acudieron 'por el qué dirán'.