Rolls-Royce, Boeing y BAE abren la veda de los despidos en aeronáutica y defensa
Los efectos de la crisis sobre el empleo se extienden a los grandes grupos empresariales de los sectores de la aeronáutica y la defensa. Rolls-Royce, Boeing y BAE han abierto la veda con el anuncio de recortes de plantilla que afectarán a 3.000 personas de manera conjunta.
El caso de Rolls-Royce es el más significativo. El fabricante británico de motores aeronáuticos ha avanzado que reducirá un 5% su número de trabajadores, lo que afectará a un máximo de 2.000 empleados. El primer ajuste, de 140 personas, se producirá en la planta de pruebas de Derby, en Inglaterra.
El grupo ha justificado el anuncio por los retrasos que están sufriendo los principales programas de construcción de aviones de Boeing y Airbus, afectados tanto por problemas internos como por una menor demanda por parte de las aerolíneas, con problemas para conseguir financiación para la compara de nuevas aeronaves.
A principios de año, Rolls-Royce ya puso en marcha un plan para reducir empleo de tipo administrativo, lo que afectó a 2.300 trabajadores. El grupo cuenta con una plantilla de 39.000 personas, el 60% de ellas en el Reino Unido.
Por su parte, Boeing ha decidido prescindir de 800 empleados vinculados a su división de defensa, el 27% de la plantilla. El recorte se centrará en la planta que el grupo estadounidense tiene en Wichita (Kansas).
En este caso, la compañía argumenta que los retrasos en la fabricación y entrega de los aviones de abastecimiento contratados por Italia y Japón obligan prescindir de estos trabajadores, que podrían haberse recolocado si Boeing hubiera ganado el contrato multimillonario para renovar la flota de tanqueros de las Fuerzas Aéreas estadounidenses que fue suspendido por el Pentágono este año.
Finalmente, el contratista británico de defensa BAE ha decidido suprimir 200 puestos de trabajo en el Reino Unido, después de que el Ejecutivo de Gordon Brown haya aplazado la compra de vehículos militares.