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Isabelle Chopin

'Toda discriminación tiene un coste para la empresa'

Esta francesa visita Madrid para hacer propuestas sobre la futura Ley de Igualdad de Trato contra la discriminación por cualquier motivo como raza o religión. Cree que en las pymes es más difícil controlar la discriminación porque hacen falta más denuncias

La francesa Isabelle Chopin, subdirectora de del think tank Grupo de Política Migratoria, está en Madrid invitada por el Ministerio de Igualdad para debatir sobre la experiencia de la legislación europea antidiscriminatoria. Chopin es una especialista en el tema. Ya en 1994 participó en el grupo que consiguió introducir la igualdad de trato en el Tratado de Ámsterdam.

¿Existe una realidad de discriminación en el acceso al empleo en las empresas?

Hay minorías como discapacitados, inmigrantes o por raza donde la discriminación es muy visible. En otras minorías religiosas o de orientación sexual no tienen esa discriminación para acceder al empleo, porque la diferencia es menos visible, pero si se produce una vez dentro de la empresa.

Aunque en el caso de las multinacionales las cosas han mejorado mucho últimamente y son mucho más cuidadosas, sin embargo es mucho más difícil de controlar en empresas pequeñas.

En los últimos años ha habido experiencias muy interesantes, sobre todo relacionado con los currículum, por ejemplo en Francia, a través de la presentación de currículum anónimos, para evitar conocer el origen étnico, o currículum sin la edad de los candidatos, en Reino Unido.

¿Se sigue produciendo la discriminación?

Sí. Hay una asunto muy preocupante como son las instrucciones para discriminar. Sabemos que hay empleadores que cuando llaman a las agencias de empleo les piden que no les manden trabajadores de tal etnia o de tal religión. Es algo muy grave, pero necesitamos pruebas.

¿Y cómo detectarlo?

Necesitamos la denuncia, es imprescindible. Por ejemplo en Francia, Ikea mandó una nota interna en la que se decía que no quería emplear a personas de color. Un empleado la vio y lo denunció. El problema grave es probar que las empresas no quieran contratar a alguien por el origen étnico o por discapacidad. Es muy difícil probarlo, por eso es fundamental que haya denuncias.

¿Qué motivos hay para legislarlo en España?

Porque hay un principio de igualdad de trato que se tiene a que aplicar. Además porque se le está impidiendo a determinados grupos integrarse en la sociedad. Colectivos que tiene derechos por ejemplo a votar, pero que se sienten excluidos de la sociedad y del mundo laboral. Desde el punto de vista de la empresa, toda discriminación tiene un coste, al no permitir integrar la diversidad.

¿Qué herramientas tienen las compañías para regularlo internamente?

Depende del tamaño de la empresa. No es lo mismo una familiar que una de 50 trabajadores o más. Cuando hay dos currículum iguales, la empresa debería preguntarse si no es más conveniente integrar la diversidad como algo beneficioso para la propia empresa. Pero no se trata de tener cuotas. Se trata de que una persona, por tener una determinada característica, no sea excluida. Por eso es importante que haya un registro en las empresas para comprobar si en España se contrata al español, hombre, blanco, cristiano, heterosexual, de 35 años.

¿Los empresarios están preparados para aceptar esta legislación?

No. No todos. Y puedo comprenderlo. En el caso de una empresa pequeña habrá empleadores que no van a querer contratar a una persona homosexual o negra. Pero en la sociedad democrática tiene que haber una política de no discriminación. No se trata de cuotas, si no de que no exista una barrera más para determinadas personas.

¿Y cómo se trabaja con las pymes?

Lo primero es que debe haber información, las pymes deben saber que no pueden discriminar. Cuando hay una denuncia detrás de otra y de otra, y los jueces empiecen a pedir información a esa empresa sobre qué tipo de trabajadores contratan, los empleadores cogerán miedo porque creerán que van a ser sancionados.

La primera ley importante para Aído

Dentro del programa electoral socialista se incluía la promesa de aprobar en esta legislatura una ley de igualdad de trato y de no discriminación por motivos como la raza, etnia, enfermedad, discapacidad, orientación sexual, edad, religión o nacionalidad. Se presenta como una extensión de la ley de igualdad, que ya ha regulado las cuestiones de género.Dentro de esta norma también se tendrá que regular sobre la discriminación en el acceso al empleo y la promoción interna dentro de las empresas. La iniciativa todavía está en una fase muy inicial. Por eso, el Ministerio de Igualdad ha invitado a expertos españoles de universidad, organismos públicos y asociaciones, así como a especialistas de otras partes de Europa, a debatir entre ayer y hoy sobre las experiencias en la Unión Europea y las recomendaciones para el proyecto del ministerio de Bibiana Aído.

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