El turismo rural se resiente por la merma del gasto medio y la estancia
Los 13.000 alojamientos rurales ingresarán este año 4.500 millones. La actividad aún crece por la incesante apertura de casas, aunque la crisis hace mella: cae el gasto del turista y su estancia media se reduce.
La situación económica también cambia el negocio del turismo rural. El gasto medio del viajero que se aloja en una casa durante un fin de semana es ahora de 165,8 euros frente a los 169,4 euros de 2007, un 2,2% menor. Esta caída repercute directamente en la fuente de ingresos de los dueños de los alojamientos, sobre todo, los procedentes de la restauración y del transporte, que han descendido hasta los 83,7 euros de media frente a los 87,9 del año pasado.
Y es que uno de cada dos viajeros cree que la crisis ha supuesto un cambio en sus vacaciones, según Toprural.com, página de turismo que representa más del 65% de cuota de mercado.
Los responsables de este portal han elaborado un informe denominado Radiografía del Viajero Rural 2008. En él se recoge que el 40% de los clientes de este tipo de negocio se ha visto afectado por la crisis, y ha decidido reducir el número de días de estancia. El 36% de los turistas ha elegido -por ese mismo motivo de ahorro-, un alojamiento más barato, y el 17% ha optado por un destino más cercano, ya que busca un gasto menor en el trayecto.
Crece un 2% la demanda
En España, existen 13.000 alojamientos rurales que ingresan 4.500 millones de euros (frente a los 3.350 millones de euros de 2007). 'De momento, tenemos un aumento de la actividad importante debido a la creciente apertura de alojamientos, y el sector se encuentra mejor situado que el resto de sectores', dice François Derbaix, consejero delegado de Toprural.
La industria sigue creciendo en 2008 en torno al 11%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y mantiene un crecimiento de la demanda del 2% frente al 4% del ejercicio anterior. 'Eso significa que el turismo rural resiste mejor la crisis aunque también se ve afectado', añade Derbaix.
Por esta razón, el precio se ha convertido en el factor decisivo a la hora de elegir una casa, mientras que este criterio se situaba en segundo plano en 2007.
El año que viene, el escenario puede ser incluso peor. 'El desequilibrio entre la creciente oferta y la frenada demanda influirá a largo plazo y provocará una caída de la ocupación. Aunque esto dependerá de lo que dure la crisis', señala Derbaix.
En sus previsiones, el consejero delegado de Toprural advierte que 'los propietarios que estén al límite de la rentabilidad cerrarán'. A corto plazo, Derbaix cree que la temprana llegada de la nieve podría beneficiar los alojamientos cercanos a las estaciones de esquí.
Entre los retos que debe afrontar el sector, Derbaix destaca la apuesta por atraer a los turistas extranjeros, que sólo suponen un 10% del total. Los propietarios de alojamientos rurales tendrán que lograr, además, estancias medias más largas de los viajeros españoles y repartir sus estancias en todo el año y no sólo en puentes y vacaciones.