Carburantes de toda confianza
CHL inaugura en Madrid su nuevo laboratorio de análisis de calidad de hidrocarburos presupuestado en 4,5 millones de euros.
Combustibles seguros? En ciudades como La Coruña y Madrid no están tan seguros. Varios conductores gallegos aseguraban la pasada semana en un foro de internet haber llenado el depósito de sus coches con gasóleo 'envenenado'. Por otro lado, vecinos de un bloque de Madrid han visto como decrecían los fondos de la comunidad al tener que reparar la caldera central del edificio 'atacada', explican, 'por gasóleo en mal estado'. ¿Los hidrocarburos pueden estropearse? La respuesta es sí. Pueden caducar, adulterarse o, simplemente, no cumplen con los parámetros de calidad exigibles. Son situaciones poco frecuentes, pero posibles.
CHL lleva más de 60 años analizando la calidad del producto que viaja a través de los 3.800 kilómetros de su red de oleoductos (6,5 millones de metros cúbicos de carburantes al año), el 82% de la distribución nacional. 'La experiencia nos avala', asevera Manuel Gómez, director de Calidad de una compañía a la que el conocimiento acumulado no le frena en su afán de mejora.
Hoy da un paso más. Inaugura en San Fernando de Henares (Madrid) su último hito en análisis: el nuevo laboratorio central de evaluación de productos, en el que ha invertido cerca de 4,5 millones de euros, en ampliar, modernizar y mejorar el equipamiento de su antigua sede, en la madrileña calle de Méndez Álvaro, a la que se trasladaron en los años cincuenta desde el histórico laboratorio de Campsa, desde 1929 en la también madrileña calle de Meléndez Valdés.
Con el traslado y ampliación, dicen perseguir la excelencia en la calificación de los hidrocarburos de sus 30 clientes y evitar así situaciones como las descritas por el grupo de conductores gallegos y la comunidad de vecinos madrileña, que ni administración ni petroleras han confirmado.
La distribuidora, heredera de la antigua Campsa, asegura no haber registrado ninguna incidencia grave durante los últimos cincuenta años. 'Y eso que distribuimos el 82% de todo el combustible de España', precisa Gómez. Pero recuerda con marcado orgullo cómo su laboratorio descubrió la adulteración de carburantes con detergentes, en la década de los cincuenta, o cómo contribuyó a desvelar fraudes fiscales, por la catalogación de un producto bajo la etiqueta de otro, pocos años después.
El nuevo laboratorio de CHL, con ocho salas de análisis distribuidas en una superficie de 2.000 metros, está especializado en el control de calidad de las especificaciones de combustibles, carburantes y lubricantes. En números, CHL analiza una media de 20.000 muestras al año, lo que supone un total de 70.000 ensayos.
En el laboratorio madrileño trabajará un equipo de 24 profesionales -entre técnicos, químicos e ingenieros- dedicado a investigar incidencias en la logística y a comprobar su actuación sobre el medio ambiente. El centro cuenta además con equipos de caracterización 'únicos en el sector, como motores de índice de octano, que mide la resistencia de un combustible', detalla el director de c alidad de la empresa.
CHL dispone, además, del único laboratorio de metrología de España acreditado por la Administración. Esta unidad, a diferencia de los laboratorios de análisis, presta servicios de calibración, verificación de equipos de control en los procesos de recepción, entrega y movimientos del producto.
Todo un test de confianza.