Gallardón licita obras que pagará a un plazo 12 veces superior al que marca la ley
Las constructoras han respondido en masa al proceso de licitación del nuevo Centro Internacional de Convenciones de Madrid, un proyecto valorado en 215 millones en el que las licitantes sólo ven un problema: cuando más necesitan el dinero en efectivo, la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos pagará a 730 días.
Probablemente se trate de un caso único: una obra pública con compromiso de pago más allá de los dos meses. Mucho más allá. En concreto, la entidad municipal Madrid Espacios y Congresos abonará las facturas de la construcción del flamante Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid a un plazo de 730 días a partir de la certificación.
Una condición que algunas de las mayores constructoras estiman poco menos que abusiva. Pero las circunstancias hacen que lo digan en voz baja.
El hambre de contratos ha motivado que los gigantes del sector rebajen notablemente sus pretensiones económicas a la hora de evaluar cualquier concurso. Es más, han empezado a ir a por todos y, cuando es necesario -como ha sucedido en el proyecto de ampliación del Metro de Barcelona-, hacen de tripas corazón y concurren juntas a los procesos de licitación.
Pero los tiempos no sólo han cambiado para las empresas. Los organismos públicos también hacen lo posible por sobrevivir a la crisis económica. "Los escasos concursos que promueven ayuntamientos y comunidades autónomas incluyen la concesión tras la financiación privada. Prácticamente no hay nada interesante con cargo a las arcas públicas", cuenta el responsable de una de las mayores firmas de obra civil, "nos tememos que lo poco que se licite próximamente acumule retrasos en las certificaciones o pagos con plazos inasumibles", añade un colega suyo de la competencia.
En el caso del Centro Internacional de Convenciones de Madrid, proyectado junto a los cuatro nuevos rascacielos de la Castellana, estas empresas pugnan por dos adjudicaciones que suman unos 215 millones de euros. Los 730 días de colchón a partir de la expedición de las certificaciones contrastan con el máximo de 60 días para pagar que permite la Administración a través de la Ley de Contratos del Sector Público.
"Madrid Espacios y Congresos es una sociedad anónima, 100% del ayuntamiento", explica Víctor Iriberri, gerente de la compañía, "nuestros servicios jurídicos han redactado el pliego de condiciones del concurso, seguros de que no estamos sujetos a la Ley de Contratos".
Iriberri no esconde que el actual contexto económico ha obligado a la entidad a aplazar el máximo posible el pago de este edificio singular: "Otras empresas de titularidad pública también lo han hecho y no hemos recogido ninguna queja de las empresas que concursan", dice el directivo.
Dos fases en una lid abierta
El proyecto se decide en concurso abierto y en dos fases. La primera tiene un presupuesto de 15,9 millones para el movimiento de tierras, vaciado y las pantallas perimetrales, trabajos que deberán concluir en diez meses. La apertura de las seis ofertas recibidas se celebra esta mañana y, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, tiene prevista la colocación de la primera piedra el día 25.
Ya metidos en 2009, la empresa que preside el ex consejero de Economía Luis Blázquez licitará la segunda fase de las obras, para la que las grandes constructoras han manifestado interés. En ese caso se ponen en juego, según distintas fuentes consultadas, actuaciones por unos 200 millones de euros. Y, aunque el ayuntamiento tiene aún margen de maniobra, también se inclina por pagar los trabajos 730 días después de firmar las certificaciones.
Respecto a la financiación, la promotora firmó el 29 de septiembre una póliza de crédito por 30 millones con el Santander. El préstamo tiene un plazo de vencimiento de 20 años.
La actuación pública más deseada de la capital
No corren buenos tiempos para la obra pública ni en las comunidades autónomas ni en los ayuntamientos. Tras la ralentización del Campus de la Justicia, en Valdebebas y a cargo de la Comunidad de Madrid, y el aplazamiento de la remodelación del eje Prado-Recoletos, esta es la actuación pública por excelencia en la capital. La intención de Gallardón es levantar el mayor centro de convenciones de España sobre los terrenos de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid (reservados inicialmente a la construcción de un Pabellón de Deportes Multiusos), pero escasea el dinero. Sin embargo, lejos de suspender la iniciativa, se ha optado por pagar las obras cuando escampe la crisis. El edificio, de 120 metros de alto -el octavo más alto de la ciudad-, ocupará 290.000 metros cuadrados sobre una parcela de 33.000. La instalación está llamada a complementar al Palacio de Exposiciones y Congresos de la Castellana, gestionado por Turespaña, y el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones.La promotora, Madrid Espacios y Congresos, está presidida por el ex consejero de Economía Luis Blázquez. Su cesta de activos incluye 200.000 metros cuadrados de instalaciones para ferias y encuentros empresariales, como el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, el Palacio de Cristal y el Auditorio Juan Carlos I.
RETRATO DEL SOL
"Un sol de poniente, detenido desde el optimismo de saber que Madrid es una ciudad que vive, trabaja y se divierte a todas las horas, una ciudad donde no se pone el sol". Así describe el ayuntamiento un edificio que "convivirá de igual a igual con las cuatro torres".