Invertir en piedras preciosas con seguridad
El nuevo Instituto Gemológico de Madrid aspira a certificar al nivel del Consejo del Diamante de Amberes.
Wittelsbach es un diamante azul de 35,56 quilates (cinco quilates equivalen a un gramo), extremadamente raro. El rey Felipe IV lo seleccionó como parte de la dote de su hija, la infanta Margarita Teresa -la menina rubia de Velázquez-, prometida con Leopoldo I de Austria. Posteriormente, entró a formar parte de las joyas de las coronas bávaras y desde 1964 ha permanecido en una colección privada. El diamante regresará el próximo 10 de diciembre al mercado de la mano de Christie's. No se conoce su estimación, pero la casa de subastas vendió otro de color azul intenso de 13,39 quilates el pasado mes de mayo en Ginebra por la cifra récord de 8,9 millones de dólares (5,7 millones de euros).
El contexto financiero está dirigiendo el dinero hacia otras inversiones, como los diamantes y las joyas. 'Los ciudadanos prefieren invertir en bienes tangibles, que pueden tocar y que les ofrecen más seguridad', explica Adolfo de Basilio, gerente del nuevo Instituto Gemológico de Madrid (IGM). Un diamante a partir de 3 quilates empieza a ser un buen refugio para el ahorro. Su precio: entre 30.000 y 60.000 euros, calcula este experto en gemas, al que no le extrañaría que el precio de estas joyas se multiplicara por tres en poco tiempo.
Entre una diamante de estas características y la aguamarina que Adolfo de Basilio ha podido admirar la semana pasada en la feria de Múnich, Mineralientage, valorada en varios millones de euros, se encuentran otras opciones, como alejandritas, piedras únicas que cambian su color del rojo al verde. 'Una de tamaño grande y de calidad puede costar unos 300.000 euros', según su valoración.
Ahora bien, como en todas las inversiones, aconseja ir de mano de los expertos. 'Hay que saber el precio en el mercado de esa joya', incide Adolfo de Basilio. Y la certificación es la mejor garantía frente a los fraudes.
El Instituto Gemológico de Madrid ofrece desde el pasado mes de septiembre servicios de estudio, certificación y valoración de gemas y joyas. El proyecto, impulsado por un grupo de profesionales del sector a cuya cabeza se sitúa Antonio R. Nolasco, pretende convertirse en un referente nacional e internacional, para lo que ha solicitado la norma ISO 17.025, que posee, por ejemplo, el Consejo Superior del Diamante de Amberes, el laboratorio más prestigioso de Europa y unos de los más cualificados del mundo. El laboratorio español aspira a obtener la certificación en las tres disciplinas principales: diamantes, gemas y joyas. 'Queremos reforzar la confianza del consumidor en el momento en que vaya a vender o comprar una joya', apunta De Basilio.
El laboratorio gemológico está dotado de una moderna y avanzada tecnología para identificar diamantes, rubíes, zafiros, esmeraldas, perlas, oro, platino o plata. 'Hasta ahora, la forma tradicional de identificar las gemas era a través del microscopio; los actuales métodos permiten conocer la antigüedad y hasta la mina de la que procede', comenta su gerente. Además de certificar gemas y joyas, el instituto realiza estudios históricos de las piezas y el marcaje con láser de diamantes y joyas, sistema que permite identificar la pieza en caso de robo o extravío.
Los certificados se presentan en diferentes formatos: tarjeta de crédito, tríptico o informe, pero todos con sus correspondientes medidas de seguridad para garantizar la autenticidad. Las tarifas van desde los 50 euros de un certificado de diamante, gema de color o pieza de joyería (65 euros en formato tríptico) hasta los 150 euros que cuesta el informe histórico de joyas.
En un mes de actividad, los profesionales del instituto ya perciben las señales de la crisis. 'La gente se está desprendiendo de joyas, pero antes quiere saber lo que valen'. A la gran demanda de sus servicios, se añade el alto valor de las joyas que los técnicos del laboratorio están analizando para su certificación. La de más valor ronda el medio millón de euros, estima Adolfo de Basilio.
Especialistas en gemas y joyas
Adolfo de Basilio es un farmacéutico que empezó en el mundo de las gemas por afición. Profesor de Cristalografía, es miembro de la Asociación Española de Tasación y Valoración de Joyas y Piedras Preciosas y uno de los más prestigiosos especialistas españoles en diamantes y piedras preciosas. Antonio R. Nolasco, presidente del Instituto, es un especialista en joyería, que ha dirigido proyectos de orfebrería como la restauración de las Andas y Custodia del Ayuntamiento de Madrid (2005).
Seguridad. La certificación de la joya paso a paso
¦bull; Las joyas se depositan en una ventanilla. Desde allí, pasan al laboratorio para su estudio. En ningún momento, clientes y personal del laboratorio entran en contacto para evitar influencias y contaminaciones en el proceso de estudio.¦bull; Después de fotografiar las piezas, los expertos certifican las joyas gracias a los equipos de investigación de última generación que identifican diamantes sintéticos o tratados e incluso si la piedra ha sido identificada por el equipo anteriormente.¦bull; El laboratorio cuenta con un área de estudio y archivo, que concentra toda la información y documentación necesarias para la obtención de valores económicos en los que basar los dictámenes de tasación, así como para elaborar los informes históricos.¦bull; El instituto ofrece la posibilidad de marcar con un microtexto el diamante o la joya. No entraña riesgos para la muestra y es útil en casos de robo. Cuesta entre 15 y 50 euros.¦bull; Otros servicios. El laboratorio ofrece la posibilidad de contratar un seguro (0,2% del valor declarado), así como enviar un furgón blindado en el caso de muchas piezas u objetos de valor.