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Empleo

UPS España plantea un ERE para prescindir de 216 empleos

UPS ha presentado un ERE con el que pretende recortar en 216 trabajadores la plantilla de 1.100 que mantiene en España. La firma alega motivos organizativos y niega relación alguna con la crisis. Los sindicatos han mostrado su rechazo al ajuste.

La filial española de la empresa de transporte de paquetería más importante del mundo, UPS, ha presentado ante el Ministerio de Trabajo un expediente de regulación de empleo (ERE) para 216 trabajadores, una quinta parte de la plantilla de 1.100 empleados que la multinacional norteamericana tiene en España.

Según fuentes de la compañía, el ajuste de plantilla no responde a motivos económicos, ni relacionados con un menor volumen de actividad, sino a una reorganización que persigue 'mejorar la competitividad de la empresa y posibilitar su crecimiento en España'.

Bajo esta premisa, UPS plantea la centralización de determinados áreas ahora dispersas; la externalización de otras; y el cierre del centro de Vallecas, núcleo del recorte de plantilla, ya que allí trabajan 183 de los 216 trabajadores afectados por el ERE.

La regulación de empleo no entraba en principio en los planes de la multinacional, que en febrero trató de abordar el ajuste con un completo plan de medidas sociales que ofrecía bajas incentivadas, prejubilaciones y compensaciones de 49 días por año trabajado por abandonar la empresa. Sin embargo, el rechazo de los trabajadores (apenas una veintena aceptaron estas contrapartidas) ha llevado a UPS a presentar el ERE ante la Dirección General de Trabajo el pasado 12 de septiembre.

Rechazo sindical

La compañía con sede en Atlanta no lo tendrá fácil. La representación sindical se opone en pleno al ERE y los trabajadores del centro de Vallecas han preferido movilizarse a aceptar el puente de plata que les ha puesto la firma. UGT, sindicato mayoritario a nivel estatal, acepta que los trabajadores se sumen voluntariamente a las bajas incentivadas, pero no respalda el ajuste. 'La compañía no tiene problemas económicos y si cree que está mal organizada es un problema suyo, que no tiene porqué afectar a la plantilla', señalan.

Y es que las centrales consideran que el ERE no es más que una excusa para quitarse de en medio el centro de Vallecas, el único de UPS en el mundo donde los conductores no son autónomos contratados a tarea sino miembros de pleno derecho de la plantilla.

UPS admite la singularidad del centro. 'Está al margen de nuestro proyecto estratégico y presenta duplicidades y redundancias con Coslada y Alvento, más modernos y eficientes', subrayan. 'Y, además, tiene en plantilla conductores que, según la compañía, están cobrando un salario muy por encima de la media del mercado', completan desde UGT y Cob.as, el sindicato mayoritario en Vallecas. Según esta plataforma, el ERE es sólo una excusa para cerrar su centro -'donde tenemos un convenio muy bueno'- y sustituir empleo fijo y de calidad por empleo precario.

Un caso excepcional

En un despacho de la sede central de UPS, en Atlanta, hay colgado de la pared un enorme mapamundi donde aparecen los centros que la mayor firma global de envíos de paquetería tiene repartidos a lo largo y ancho de 200 países. Cuando la compañía puso en marcha su nuevo plan estratégico, basado en la flexibilidad laboral y la externalización de algunos departamentos, como el de reparto de envíos, comenzaron a marcar en azul los lugares donde se aplicaba y en rojo los que no. Hoy, sólo hay un marcador rojo: el centro de Vallecas.A los trabajadores de ese centro les gusta compararse con la aldea de Asterix. En 2001 sortearon el primer intento de reforma, coincidente con la apertura del centro de UPS en Coslada, con un compromiso firmado del director general de la compañía de que no plantearían un ERE en el centro. Siete años después, pretenden hacer valer ese compromiso para mantener su convenio.

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