En concreto, BNP Paribas cifró en un comunicado el impacto directo de la crisis en una reducción de sus ingresos de 507 millones de euros entre julio y septiembre, frente a la reducción de 230 millones que se habían constatado en el tercer trimestre del pasado ejercicio.
En total, los ingresos de la entidad francesa bajaron un 1% respecto al tercer trimestre de 2007 a 7.614 millones, pero subieron un 1,3% si se comparan con el trimestre inmediatamente precedente. El otro elemento que ilustra el peso de la crisis es la elevación del costo del riesgo, ya que pasó de los 115 millones de euros entre julio y septiembre de 2007 a 1.194 millones en esos mismos tres meses de este año.
Las razones de esa escalada del costo del riesgo son, sobre todo, el paso a la calificación de "dudosos" de las aseguradoras conocidas como 'monolines' (vinculadas a los 'créditos basura' del sector inmobiliario en Estados Unidos), a la quiebra de Lehman Brothers y a los bancos islandeses.
BNP Paribas tuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 2.979 millones de euros en el tercer trimestre, un 2,2% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio. En los nueve primeros meses de este año, el resultado neto quedó en 4.387 millones de euros, un descenso del 35,6% comparado con el periodo equivalente de 2007.
Eso deja la rentabilidad anualizada de los capitales propios antes de impuestos en el 13,1%. El banco francés destacó que la compra de la actividad en Bélgica y Luxemburgo de Fortis (entidad salvada de la quiebra por los gobiernos de esos dos países y de Holanda) harán de BNP Paribas la primera entidad de la zona euro en el negocio de los depósitos y además servirá para aumentar sus fondos propios sin que se produzca una disolución.