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Obras públicas

Fomento reactiva el plan de remodelación de autovías para impulsar la obra civil

El Gobierno ha puesto en juego uno de sus comodines para propulsar la obra civil: los seis tramos de autovías de primera generación que restan por adjudicar, para su mejora y conservación, de un paquete de 16. Medio Ambiente está acelerando las declaraciones de impacto ambiental para licitar 523 kilómetros que moverán inversiones por más de 1.500 millones.

Se potenciará la licitación de obras públicas para fomentar la actividad económica. Se cerrará 2008 con 15.400 millones en obra civil y, en esta línea, se va a acelerar la tramitación de los informes de impacto medioambiental". El compromiso partió del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 10 de septiembre como antídoto contra la crisis que acucia al sector de la construcción. Y parece que los ministerios implicados tomaron buena nota.

Hace justo un año que Fomento cerró la adjudicación de diez contratos del programa de acondicionamiento de autovías de primera generación, previsto para 16 tramos en su primera fase. Los seis restantes quedaron a la espera del visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente.

Cuando las cuentas de las constructoras se resienten por la caída de la edificación residencial, la obra civil se ha convertido en tabla de salvación y se trata ahora de ganar el tiempo perdido con las elecciones de marzo y la formación de Gobierno.

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Al plan renove de las autovías le restan 523 kilómetros por poner en manos de las empresas en su primera fase. Si los diez tramos anteriores, que aglutinan actuaciones sobre 999 kilómetros, se entregaron por 3.350 millones, para los seis que vienen se prevén inversiones por encima de los 1.500 millones.

Fuentes cercanas al proceso aseguran que las ingenierías tienen los documentos técnicos preparados y que Medio Ambiente habría dado ya el visto bueno a las obras con las declaraciones favorables de impacto ambiental. Las autovías de primera generación se construyeron en los ochenta en el marco del Plan General de Carreteras. Se llevaron a cabo duplicando trazados ya existentes, por lo que ahora se intentan adaptar a los actuales estándares de calidad y seguridad.

"Las autovías requiere más que tapar baches", explica una fuente del sector, "hay que eliminar curvas o salvar pasos que molestan en las poblaciones y esas son las actuaciones que requerían el permiso de Medio Ambiente".

Proceso avanzado

Según ha podido saber este periódico, el primer tramo en disposición de exponerse al interés de las constructoras está incluido en la A-3 y es el que cubre la distancia entreMadrid y el límite provincial de Cuenca. Detrás iría el segmento de la A-1 entre la capital y la localidad segoviana de Santo Tomé del Puerto. Y la A-4 se ve afectada en cuatro tramos hasta su llegada a Sevilla.

Los consorcios adjudicatarios tendrán 19 años de concesión en los que deben acometer las obras y trabajar en su posterior mantenimiento. La Administración retribuye ese cuidado a través del pago por disponibilidad, una fórmula que tiene en cuenta el número de vehículos que usan la vía y los kilómetros que hacen. A ese cálculo se suman o restan cantidades en función del estado de la infraestructura y de la calidad del servicio.

Una vez entregado este segundo paquete del plan renove de las autovías, las constructoras esperan la rápida entrada en juego de nuevos tramos que afecten a la A-6, entre Madrid y la localidad zamorana de Benavente (194 kilómetros), y a la A-5 en los 380 kilómetros que separan Madrid de Badajoz. Ninguna de estas dos vías ha participado aún de esta iniciativa de modernización aunque se esperaba que las licitaciones se produjeran entre 2008 y 2009 para que las obras estuvieran concluidas en 2011.

Polémica por la renta de las concesiones

Los primeros cálculos del ministerio que dirige Magdalena Álvarez tasaron los seis tramos que restan para completar la primera fase del plan de remodelación de autovías en algo más de 1.500 millones. Pero, visto el actual contexto económico, a las constructoras se les antoja poco dinero y presionan para que se actualicen los presupuestos."El crédito está entre un 50% y un 60% más caro que hace un par de años y las garantías para conseguirlos son ahora mucho más exigentes", lamenta el responsable de infraestructuras de una gran constructora. El común de las firmas consultadas opina que para mantener ratios aceptables de rentabilidad sobre las inversiones (entre un 6% y un 7%) Fomento deberá ser más espléndido.Hace sólo un año, las ofertas de las empresas por las autovías de primera generación presentaron bajas respecto a los presupuestos de licitación calculados por el ministerio que llegaron al 49%.La crisis se avistaba ya, pero no con la virulencia que se ha manifestado. A esas ofertas temerarias se suma ahora el citado encarecimiento de los créditos, por lo que la rentabilidad de las concesiones se ha visto notablemente tocada.Como adelantó Cinco Días el pasado 23 de octubre, el Gobierno está endureciendo los pliegos tipo de licitación, entre otras cosas, para evitar las bajas temerarias.

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