Los 'hedge funds', forzados a vender a cualquier precio
La crisis de los mercados y la sequía de crédito obligan a deshacer en pocos días las posiciones apalancadas construidas durante varios años, agravando las caídas.
Nerviosismo, volatilidad extrema y ventas. Tres ingredientes que continúan definiendo el devenir de los mercados. Quedan pocos inversores pero la tendencia bajista, lejos de remitir tras la batería de medidas de emergencia aprobadas a nivel mundial, se ha acelerado en los últimos días agravada por la presión vendedora de fondos de inversión y hedge funds. ¿Hasta cuándo puede durar?
Nadie tiene una respuesta. El mercado ha dejado de funcionar con normalidad. El miedo domina y los grandes inversores institucionales se ven forzados a liquidar posiciones a cualquier precio con tal de obtener dinero en efecto. Algunos, porque tienen que hacer frente a reembolsos masivos de los partícipes y no tienen acceso a liquidez, y otros porque deben aportar garantías adicionales en créditos vinculados a carteras de activos o, simplemente, porque deben mantener un determinado ratio entre patrimonio y capital. Y tampoco pueden obtener liquidez en un mercado de crédito que ha cerrado el grifo.
Los fondos de inversión habían aprovechado los años de crédito fácil para invertir apalancados, es decir, si un inversor final suscribía 1.000 euros en uno de éstos fondos, el hedge fund invertía varias veces esta cantidad para multiplicar las ganancias. Ahora que los precios bajan, los fondos no pueden renovar esos créditos y los inversores solicitan el dinero de vuelta, la situación obliga a vender a cualquier precio. Y eso retroalimenta así las presiones bajistas sobre los mercados.
En el mundo hay registrados 10.000 'hedge funds' con al menos 1.000 millones de euros en patrimonio bajo gestión
'El desapalancamiento que se ha visto en el último mes y medio es el proceso inverso a lo ocurrido en los últimos tres años. No debe quedar mucho', comenta José Carlos Díez, de Intermoney.
O quizá aún sí. Es la gran incógnita. Cuantificar el grado de apalancamiento y sus implicaciones es una tarea compleja. Por poner un ejemplo, fuentes del mercado estimaban la semana pasada que las coberturas de riesgo de crédito (credit defualt swap) sólo sobre Lehman Brothers alcanzaba los 350.000 millones de euros. Y en el mundo existen unos 10.000 hedge funds con un mínimo de 1.000 millones de euros en gestión cada uno que han operado de forma apalancada... La cantidad en juego resulta incalculable.
A la espera de ver si el desapalancamiento de los grandes inversores está finalizado, al menos, los volúmenes de negociación durante las últimas caídas son cada vez menores, una buena señal como explica Luis Buceta, gestor de BNP Paribas.
Pero los meses venideros se presentan complicados. Hay quienes piensan que aún sólo se ha visto un 60% o 65% del desapalancamiento. Una de las cosas de las que pocos dudan es que el colapso de Lehman Brothers ha acelerado el proceso al provocar el cierre de muchos mercados de derivados no organizados en los que Lehman era muy activo y en los que, tras su quiebra no se pueden liquidar operaciones. Eso ha disparado la demanda de liquidez, pues es que Lehman había actuado como contrapartida de la mayoría de bancos, fondos de inversión, de pensiones y hedge funds.
Los expertos aseguran que la clave es evitar el colapso del mercado monetario. Las medidas aprobadas hasta la fecha son positivas pero se requieren aún más. Poner freno a la apreciación del yen es prioritario para algunos ya que la mayor parte del apalancamiento de la industria se hizo en esta divisa.
Papel comercial
Los tipos de interés en el mercado de papel comercial en EE UU siguieron al alza la sesión ayer, hasta el 2,88% según Bloomberg, a pesar de que la Fed puso en marcha el programa para comprar papel a 90 días y aliviar la situación financiera de las empresas.
Claves. El riesgo de comprar de forma apalancada
¿Qué significa que la industria de fondos se vea obligada a deshacer posiciones apalancadas?
Invertir de manera apalancada significa invertir más de lo que uno tiene. Durante años los fondos de inversión han aprovechado la abundancia de dinero barato para endeudarse y comprar activos. Si uno pide un préstamo para comprar acciones de Telefónica y luego, gracias a la subida de la acción, es capaz de obtener rentabilidades después de pagar el crédito, la operación es redonda. Los problemas ocurren cuando el mercado no va por donde uno piensa; entonces el problema se multiplica. Por un lado hay que afrontar el pago del crédito y, debido a la depreciación de las acciones hay que buscar dinero en otro lugar. Cuando el mercado de crédito se seca, hay que vender como sea. La industria, demás, está presionada por los reembolsos. Los clientes piden su dinero y el fondo tiene que deshacer sus inversiones porque tampoco puede pedirlo prestado.
¿Qué implicaciones tiene la apreciación reciente del yen?
En los últimos años una de las prácticas más habituales de los fondos ha consistido en pedir dinero prestado en yenes a tipos de interés muy bajos, actualmente en el 0,5% para después comprar activos a tipos más elevados (carry trade). La subida del yen resulta preocupante porque la mayoría de las posiciones apalancadas se realizaban en esta moneda, lo que implica que devolver esos préstamos resulta más costoso ahora.
¿Qué significa que caigan todo tipo de activos sin excepción?
Significa que se necesita liquidez a cualquier precio. Además, el miedo a que la situación empeore aumenta y el inversor huye de todo tipo de activos. El desapalancamiento de la industria está resultando muy brusco a pesar de que uno de los objetivos de los planes de rescate es precisamente ralentizarlo.
¿Se puede encontrar alguna lectura positiva?
Sí, ahora mismo nadie espera la quiebra de ninguna otra entidad financiera. De hecho, los CDS de ING, un banco que ha recibido recientemente una inyección de liquidez, cotiza a 104 puntos básicos, muy lejos de los niveles que alcanzaron bancos como Morgan Stanley o Goldman Sachs tras la quiebra de Lehman Brothers. Al mismo tiempo, el interbancario, aunque no tan rápido como se desearía, mejora.
Morgan Stanley, al rescate de los monetarios
Los clientes de Morgan Stanley en Estados Unidos retiraron casi un tercio de sus inversiones en fondos del mercado de dinero el mes pasado, lo que ha obligado a la firma a comprar 23.000 millones de dólares (18.400 millones de euros) en valores que los fondos tenían en cartera para mantenerlos a flote, según la agencia Bloomberg.Los reembolsos sumaron 46.000 millones de dólares en septiembre, sobre todo en fondos que invierten en deuda corporativa, según comunicó Morgan el 9 de octubre. La compañía garantizó a los fondos el efectivo necesario para pagar a los inversores adquiriendo algunos de sus activos con financiación.Durante el pasado mes de septiembre, la quiebra de Lehman Brothers y los problemas de la aseguradora AIG provocaron una huida de los inversores de fondos del mercado monetario, que invierten parte o toda su cartera en deuda a corto plazo de grandes corporaciones.Según los analistas, Morgan Stanley podría haberse apoyado en algunos de los programas creados por la Reserva Federal el mes pasado para apuntalar el mercado de fondos monetarios. Los particulares y las instituciones usan los fondos monetarios para obtener un rendimiento seguro en plazos cortos. Estos fondos son considerados la inversión más segura después de los depósitos bancarios y de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, en parte porque compran solamente títulos valores de renta fija con alta calificación y un vencimiento promedio de 90 días o menos.Pero esta fama quedó en entredicho con la declaración de quiebra de Lehman Brothers el pasado 15 de septiembre. Al día siguiente, el Reserve Primary Fund, con un patrimonio de 62.500 millones de dólares, amortizó en su totalidad 785 millones de deuda de Lehman, medida que hizo caer el valor de sus activos y desencadenó una retirada masiva de ahorro.