Marina d'Or despide al 15% de la plantilla por el parón en las ventas
Llega el invierno a la ciudad de vacaciones más popular de la España del boom inmobiliario. La crisis ha cortado la racha de ventas de Marina d'Or, la empresa que levantó más de 15.000 apartamentos en la costa de Oropesa. Hasta que escampe, la compañía ha optado por congelar su crecimiento y despedir a 214 trabajadores, 15,4% de la plantilla.
Marina d'Or echa el freno en España. La compañía que consiguió vender apartamentos en la playa a familias que nunca pensaron que podrían comprarlos, ha optado por congelar prácticamente el frenético ritmo de construcción que ha seguido en los últimos años ante la caída en picado de las ventas de los últimos meses. La reducción de la actividad de la empresa fundada por Jesús Ger ha desembocado en un expediente de regulación de empleo que afectará a 214 empleados, 138 de ellos de Construcciones Castellón, la filial dedicada a la construcción de los edificios, y 76 de Marina d'Or, gestora del complejo. Tras los despidos, la empresa mantendrá 1.170 trabajadores en España.
'El objetivo del expediente, además de restablecer el equilibrio entre plantilla y necesidades laborales ante la nueva situación del mercado, es mantener los puestos de trabajo que no están afectados y que la carga laboral no influya en el desarrollo futuro del grupo, una vez superados los efectos de la crisis del país', explicó en un comunicado.
Hay dos elementos que afectan a la actividad de Marina d'Or en España. Por un lado, el deterioro de las ventas de apartamentos del complejo de Oropesa. El año pasado las ventas cayeron el 60% respecto al ejercicio anterior, y hace unos meses, fuentes de la compañía reconocían que en el presente ejercicio las cosas iban peor. De hecho, Marina d'Or tenía en marcha cuatro torres que, según esas mismas fuentes, estaban en parte vendidas y la intención era finalizarlas y no empezar más. Esto explicaría que la mayor parte de los afectados por el expediente que ayer presentó la empresa correspondan a la filial de construcción. Ya el año pasado Marina d'Or no renovó más de 1.000 contratos de eventuales por el descenso del ritmo constructor. La empresa no facilitó ayer el stock de viviendas que tiene por vender, a las que se añaden las que han puesto a la venta los actuales propietarios, que no son pocas.
La mayor parte de los despidos son de la filial que levanta los edificios de Oropesa
El otro efecto de la crisis en el negocio de la compañía se refiere a la actividad turística vinculada al popular balneario de agua marina y a los tres hoteles que existen en el complejo, uno de cinco estrellas, otro de cuatro y otro de tres. Los tres estaban abiertos todo el año. Sin embargo, el hotel de cuatro estrellas se ha cerrado tras la temporada de verano, algo que no ocurría en campañas anteriores. En el resto, la mayor actividad se concentra básicamente en los fines de semana. La caída de visitantes afecta a todo el entramado de pequeños negocios que conforman esta ciudad que amenaza con ser fantasmagórica en los meses de invierno.
Marina d'Or tiene prácticamente concentrado todo su negocio en España en este complejo de Oropesa. El proyecto Marina d'Or Golf, que prevé la urbanización de más de 19 millones de metros cuadrados en el interior de la provincia de Castellón, con hoteles y zonas tematizadas al más puro estilo Las Vegas, está de momento paralizado. La empresa, que se adjudicó, no sin polémica, la urbanización que licitaron conjuntamente los ayuntamientos de Cabanes y Oropesa, ha tropezado con la reticencia de la Generalitat Valenciana, que no acaba de decidirse a dar el visto bueno final al proyecto, algo que ha generado una agria polémica entre Jesús Ger y el Gobierno autonómico. Y pese a que el momento económico es poco propicio, Ger ha mostrado su intención de construir una primera fase del proyecto y un campo de golf, esencial para abastecer de clientes los hoteles que ya tiene en marcha, si le dan el permiso.
Sobre la salud financiera de la compañía, Ger ha insistido en repetidas ocasiones en que sus cuentas están saneadas, y que la deuda supone el 11,6% de los activos, valorados en 6.700 millones de euros. El año pasado la empresa facturó 345 millones, un 25% menos que el ejercicio anterior, con un beneficio neto de 40 millones, la mitad que en 2006, 'aunque el resultado está castigado en 28,4 millones por los costes de la expansión', señaló Ger en junio. Para este ejercicio, Marina d'Or espera empezar a recibir los réditos de sus inversiones en el exterior, especialmente en Marruecos, donde tienen previsto entregar las primeras viviendas.
230 millones de inversión en terrenos en el extranjero
El futuro de Marina d'Or está más allá de la costa de Castellón. La compañía tiene en cartera más de 1,5 millones de metros cuadrados de suelo en siete países: Marruecos, Egipto, Bulgaria, Brasil, México, Panamá y República Dominicana. La compañía ha ido comprando todos estos terrenos en los últimos años y según Jesús Ger, todos están pagados con fondos propios de la empresa. En total 230 millones de inversión procedentes de los beneficios de Oropesa.Sobre estos solares, Marina d'Or tiene previsto desarrollar 32 proyectos urbanísticos, que van desde rascacielos hasta resorts de playa. La inversión global prevista es de 1.600 millones de euros y la previsión de facturación, unos 2.085 millones. 'La financiación no es un problema', afirma Ger, que asegura que Marina d'Or 'escoge bancos'.