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Coservas

Calvo regresará en 2009 al mercado estadounidense pero con su marca italiana

El grupo conservero Calvo desembarcará de nuevo en Estados Unidos a partir de 2009. No lo hará a través de su marca española, sino de su enseña italiana Nostromo. El grupo da por cerrada la etapa de inestabilidad de los últimos años y espera cerrar 2008 con un resultado neto positivo.

El 1 de enero de 2009 se abrirá una nueva etapa para el grupo conservero Calvo. La compañía gallega está ultimando los trámites para regresar a Estados Unidos, mercado que abandonó hace cuatro años tras asumir una estrategia fallida.

En esta ocasión, la compañía gallega no desembarcará en Florida sino en Texas, en concreto en Houston. Según el consejero delegado del grupo, Manuel Calvo García-Benavides, la entrada en EE UU se hará desde allí al entender que el perfil comercial del Estado se ajusta más a las características de los productos de Calvo. Sin embargo, el siguiente paso pasaría por volver a Florida, asume el director general de la sociedad, Francisco Javier Lazcoz Cisneros.

El encargado de pilotar el desarrollo en Estados Unidos de Calvo será el actual responsable del desarrollo comercial de la sociedad en Centroamérica. æpermil;l llevará a cabo las negociaciones para encontrar un grupo distribuidor. Unos contactos que ya están avanzados, según señala el máximo responsable de Calvo.

Sin embargo, ésta no será la marca que elija el grupo para entrar en el mercado texano. Lo hará a través de Nostromo, la enseña de su división italiana. La razón, según Calvo García-Benavides, es que esta marca les permite enfocarse mejor a un segmento de consumo medio-alto.

Por el momento, la enseña conservera no quiere hablar de previsiones de ventas, ni de resultados de la nueva aventura estadounidense. Sin embargo, asegura que su intención es alcanzar la rentabilidad desde el primer año.

Calvo sostiene que siempre ha tenido en el horizonte su regreso a Estados Unidos. No en vano, el grupo abrió en 2003 en El Salvador una planta de producción para poder entrar en ese país sin trabas comerciales, ya que no existen aranceles entre los dos países. Los planes de Calvo pasan por importar desde la planta salvadoreña todos los productos vinculados al atún, mientras que otros, como las sardinas, sí que procederán desde sus factorías gallegas.

'Dependiendo de cómo se desarrolle el negocio en EE UU, el siguiente paso sería entrar en Canadá, pero ése es un objetivo para 2010', aseguraba el consejero delegado de Calvo. 'Ojalá no tengamos que ir a Canadá, eso significaría que EE UU habrá funcionado muy bien', afirmaba.

Después de unos años convulsos para el grupo conservero, que llevaron incluso a plantear su venta en 2006 y que culminaron con la llegada a la dirección de la tercera generación de la familia Calvo, la compañía asegura que este año esquivará los números rojos y alcanzará un resultado neto positivo. En concreto, Calvo espera alcanzar un volumen de negocio cercano a los 420 millones de euros, lo que equivale a un avance de alrededor del 5%.

España representa sólo un tercio de los ingresos

Los orígenes del grupo conservero Calvo se remontan a 1940. Fue tras la Guerra Civil española cuando Luis Calvo Sanz fundó la sociedad en la localidad coruñesa de Carballo. Sin embargo, el despegue internacional del grupo no se realizó hasta la década de los 80, cuando Calvo abrió una fábrica en Venezuela.Aunque España sigue siendo un país fundamental para el grupo, actualmente su mercado doméstico sólo representa alrededor del 30% de su facturación, en gran parte gracias a su división italiana Nostromo (adquirida en 1993) y a su filial brasileña Gomes da Acosta (comprada en 2004).En cuanto a su flota pesquera, actualmente cuenta con una decena de buques. De ellos, seis son atuneros, tres son mercantes y uno es un barco de apoyo.

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