La crisis inmobiliaria y financiera pone en peligro el plan marroquí de turismo
La crisis inmobiliaria española y la crisis financiera mundial están afectando a uno de los planes estrella de Marruecos para relanzar la economía del país. El parón de las obras de algunas promociones y la caída prevista del turismo dificulta el objetivo de lograr 10 millones de turistas en 2010.
El 29 de octubre de 2001, el rey Mohamed VI pronunciaba un discurso en Agadir, al sur de Rabat, en la costa atlántica, que daría inicio a uno de los planes más ambiciosos de su reinado. Ese día se firmó el programa de desarrollo turístico del país, denominado el Plan Azur, que contempla alcanzar la cifra de 10 millones de turistas en 2010; pasar de 35.000 camas hoteleras a 115.000 en el mismo periodo; crear 600.000 empleos directos y desarrollar seis complejos hoteleros y nuevas estaciones balnearias. El país preveía una inversión total de 9.000 millones de euros en este gran proyecto.
Varias inmobiliarias y grupos turísticos españoles acudieron a la llamada. Ese mismo año la inmobiliaria Fadesa, presidida entonces por Manuel Jove, invertía 108 millones en Rabat; un año después construía un hotel de cuatro estrellas en CasaBlanca. Y en 2003 anunciaba la inversión de 1.500 millones de euros en un complejo turístico situado en Saïdia, al norte del país. Para llevar la gestión de este último hotel, contó con la ayuda del grupo Barceló.
Pero el estallido de la burbuja inmobiliaria en España y la crisis financiera mundial hacen ahora prácticamente inalcanzables los objetivos del ambicioso plan turístico de Marruecos.
El plan se está viendo afectado por la caída de ingresos del turismo británico, principal motor
Y para las cadenas hoteleras españolas, 'la incertidumbre hace más complicada la incursión en el país a la hora de buscar socios locales que respalden la financiación de los proyectos'.
El pasado mes de julio Martinsa Fadesa, presidida ya por Fernando Martín, entraba en concurso de acreedores. La compañía española opera en el país asociado con el líder inmobiliario marroquí, el grupo Addoha. En la presentación de sus resultados semestrales, comunicados en octubre, la empresa aseguraba que la caída del 60% en escrituras de preventas se debía 'principalmente al mercado internacional, mucho más lento a nivel burocrático'. Fuentes del sector indican que la compañía mantiene el ritmo de construcción en sus obras en la costa mediterránea, pero no en la zona atlántica. Martinsa no ha querido ampliar esta información.
La mayoría de las hoteleras que buscan reforzarse en este país (Barceló, Iberostar o Husa) coinciden en señalar que no se van a lograr los objetivos iniciales, aunque ninguna de ellas retira el anzuelo en busca de oportunidades. 'Marruecos es un país con mucho potencial y seguiremos intentándolo, pero la situación ha cambiado y las dudas crecen a la hora de invertir', argumentan.
Una promotora española presente en el país tampoco cree que se vaya a cumplir el programa turístico de Marruecos. 'Quieren impulsar un turismo de lujo, pero no se están desarrollando las infraestructuras necesarias para llevar al turista cómodamente hasta su hotel', explican. El representante en Marruecos de una entidad financiera española señala que el plan se está viendo afectado principalmente 'por la merma de ingresos del turismo británico; los ingleses representan el 80% de compradores de vivienda en Saïdia y se está notando mucho la situación económica del Reino Unido'.
Desde la Embajada de Marruecos en Madrid se ha trasladado a este periódico la siguiente versión oficial sobre la evolución: 'Se trata de un plan muy ambicioso en general, pero por la complejidad del programa y la crisis actual ha habido algunos retrasos'.
Menos estancias de europeos
A pesar de la ralentización del ritmo del plan turístico marroquí, este ha permitido impulsar esa industria en el país. Según datos del Ministerio de Turismo de Marruecos, el número de entradas de extranjeros entre enero y agosto de este año fue de 5,6 millones, frente a los 3,4 millones registrados en el mismo periodo de 2001. Sin embargo, el número de noches en hoteles marroquíes pasadas por franceses y británicos ha caído entre enero y agosto un 8% y un 21% respectivamente, en comparación con el mismo periodo de 2007. Las pernoctaciones de españoles crecieron un 9%. En un comunicado del Ministerio de Turismo del pasado día 10 de octubre el ministro Mohamed Boussaïd indicó que está preparando una estrategia para anticiparse al impacto en el turismo de la crisis financiera. Boussaïd considera que este se 'estancará pero no retrocederá'. Y afirma que 'la mayoría' de los objetivos previsto del programa se cumplirán en 2010.