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Ahorro

El mal trago de la cuenta vivienda deshabitada

La crisis ha complicado la concesión de hipotecas, pero Economía no prevé prolongar el plazo de la cuenta vivienda más allá de cuatro años.

No se trata sólo de quedar fuera del restringido segmento de clientes que pueden aspirar a firmar una hipoteca. La crisis del sector inmobiliario está provocando situaciones impensables para quienes abrieron una cuenta vivienda hace años y se encuentran ahora con que se acerca la fecha de caducidad de este producto sin haber invertido todavía los ahorros en la compra de una casa. Basta con que la promoción en la que se había previsto adquirir una vivienda no esté aún terminada o que haya retrasos, por no hablar de la difícil tesitura de quienes se hayan quedado en el paro y vean ahora inalcanzable el proyecto de tener una casa.

La cuenta vivienda les habrá reportado interesantes ventajas fiscales en los últimos cuatro años, se habrán deducido de la cuota íntegra total de la declaración de la renta el 15% de lo aportado, con un máximo de 9.015 euros. Es decir, 1.352 euros como mucho. Pero si, pasados esos cuatro años, el objetivo de comprar una casa no se ha cumplido, Hacienda es implacable. Habrá que devolver el importe íntegro de las deducciones disfrutadas en los últimos cuatro años más los correspondientes intereses de demora.

La Ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, reconoció esta semana que sería razonable ampliar el plazo de vencimiento de las cuentas de ahorro vivienda. La Asociación Hipotecaria Española y la Asociación de Promotores y Constructores de España ya habían reclamado la ampliación del plazo y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) aboga por prolongar el plazo hasta ocho años, aunque sólo se aplicaran las deducciones fiscales durante los cuatro primeros.

Quien se dedujo 8.000 euros en cuatro años deberá pagar 9.089 euros

Cambio de escenario

La restricción del crédito hipotecario, que sufrió en agosto la primera caída mensual de su historia, y la parálisis en el sector inmobiliario, con derrumbes en el número de operaciones y de inicio de obra nueva, han modificado drásticamente el escenario para quienes pensaban hace cuatro años que en 2008 podrían comprarse una casa. Aun así, Economía no tiene previsto modificar los plazos actuales de vencimiento de la cuenta vivienda, lo que no deja más remedio que saldar cuentas con Hacienda.

Según explican en el bufete CMS Albiñana & Suárez de Lezo, el titular de la cuenta vivienda caducada durante 2008 deberá presentar en la declaración de la renta correspondiente a ese ejercicio una declaración complementaria con la que devolver a Hacienda los importes deducidos. Y a estos habrá que aplicar los intereses de demora acumulados. Es decir, a la cantidad deducida en 2005 se le aplicará el interés de demora correspondiente a ese año y a los tres siguientes. A la deducción de 2006 se le sumará el interés de demora de ese año y de los dos siguientes. Y así, de forma sucesiva. El interés de demora queda determinado cada año en la Ley de Presupuestos Generales y el correspondiente a 2008 es el 7%, casi dos puntos por encima del euríbor a un año. Así, según cálculos del REAF, quien se haya deducido 2.000 euros cada año por su cuenta vivienda y no compre su casa en 2008, deberá devolver a Hacienda un total de 9.089,88 euros, deducciones fiscales e intereses incluidos.

Anulado el beneficio fiscal, quedará la rentabilidad que arroje la cuenta vivienda al cabo de esos cuatro años, un factor que dependerá del acierto del cliente al elegir el producto. Hacienda reconoce la deducción por lo aportado no sólo en la cuenta de ahorro vivienda tradicional sino en cualquier otra cuenta o en un depósito, siempre que no se hayan realizado reintegros en el ejercicio fiscal y que lo ingresado esté destinado a la compra de una vivienda. 'Las ventajas fiscales no sólo se refieren a la cuenta de ahorro vivienda sino a todas las cuentas y depósitos, siempre que su importe se destine exclusivamente a la compra de la primera vivienda habitual', explican en Barclays.

Los ahorros previstos para la compra de una vivienda pueden depositarse por tanto en cualquier cuenta de alta remuneración, que ofrecen rentabilidades como el 6,5% TAE que esta misma semana anunció Openbank. De hecho, y según reconocen las entidades financieras, la demanda de cuentas de ahorro vivienda tradicionales es escasa y quedó en un absoluto segundo plano en los tiempos en que era frecuente la concesión de hipotecas por el 100% del valor de tasación. 'De todas formas, quien haya estado ahorrando durante cuatro años, lo más normal es que no tenga problemas en la concesión de una hipoteca', aseguran en Banco Sabadell.

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