Zapatero promete el máximo control en los planes de ayuda a la banca
Los dos decretos que canalizarán las ayudas a la banca fueron respaldados ayer en el Congreso por la mayoría de las fuerzas políticas, quedándose descolgadas del consenso sólo IU y el BNG. José Luis Rodríguez Zapatero prometió los máximos controles para estas ayudas que, en un máximo de diez días, dispondrán ya del correspondiente desarrollo reglamentario.
La compra de activos comenzará en noviembre. Para garantizar el control y también la transparencia de las distintas operaciones, Zapatero anunció que requerirán una propuesta del comité técnico del fondo y sólo podrán ser rechazadas por la comisión ejecutiva de forma motivada. En este comité técnico se sentarán tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Tesoro. El líder del PP, Mariano Rajoy, que llegó al debate con estas medidas previamente pactadas, instó al presidente a evitar que decisiones tan importantes se adopten 'en la mesa camilla de Pedro Solbes'.
Zapatero adelantó también que el Gobierno informará cada dos meses sobre la evolución del fondo destinado a la compra de activos así como del seguimiento del crédito, para garantizar que el dinero llega, en realidad, a las empresas y a las familias. El fondo estará dotado con 30.000 millones de euros ampliables a 50.000.
Zapatero también garantizó al líder de la oposición que el Banco de España desempeñará un papel 'determinante' en el fondo porque será su agente y depositario. Sus informes serán analizados en el Congreso cada cuatro meses. Todas estas reglas de funcionamiento se incluirán en el desarrollo reglamentario de los decretos convalidados ayer, que el presidente se comprometió a tener listos en diez días.
Estas condiciones fueron suficientes para que todos los grupos de la Cámara Baja, a excepción de IU y el BNG, dieran su aprobación a la convalidación de ambos decretos en un debate que estuvo cuajado de importantes matices.
A modo de resumen, Zapatero prometió que en sus intenciones no está 'crear una banca pública permanente' y que sus recetas para evitar una crisis financiera como esta, más allá de los debates que se están sucediendo en Europa, abarcan las siguientes iniciativas: ampliar el perímetro de supervisión para incluir a todos los agentes financieros que pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero, reforzar la regulación internacional de exigencias de capital para aumentar los márgenes de seguridad del sistema e introducir elementos anticíclicos en los requisitos de capital, en línea con la regulación sobre provisiones que aplica desde 1999 el Banco de España.