Sólo las carteras de corto plazo consiguen evitar las pérdidas
Los planes de pensiones bursátiles no se han recuperado en estos últimos días del duro golpe de la semana anterior, lo que ha situado sus pérdidas anuales por encima del 35%, un récord que no se producía en el sector ni desde la época de la burbuja tecnológica. Por el momento, sólo los planes de renta fija a corto plazo están haciendo valer su condición defensiva, con rentabilidades anualizadas cercanas al 2%, un rendimiento modesto pero que resulta bastante lineal para la mayoría de los planes con este perfil inversor. Entre los planes garantizados, los rendimientos presentan bastantes disparidades, aunque en promedio no han logrado entrar en positivo.
Los de renta fija a largo, por último, se han visto afectados en los dos últimos meses por las fuertes volatilidades de los mercados de bonos, hasta el punto de que en la última semana, con la subida de los tipos a largo plazo a causa de los problemas de liquidez que hay en los mercados, algunos de estos planes han entrado en pérdidas. La inversión más defensiva sigue estando, por tanto, en la que ofrecen aquellos planes especializados en los mercados de bonos a corto plazo, aunque en el caso de los garantizados el inversor está cubierto de cara al riesgo de pérdida, pero corre el peligro de no obtener rentabilidad.
Las valoraciones de los planes bursátiles se sitúan en la zona de mínimos de los tres últimos años, de forma que los partícipes que hayan tenido que decidir en estos meses la modalidad de rescate del plan por haber llegado a la edad oficial de jubilación se habrán encontrado con importantes minusvalías para este periodo de tiempo.
Aun así, y pese a encontrarse la Bolsa en el momento más bajo de este ciclo, los planes de pensiones bursátiles ofrecen rendimientos favorables en los últimos 5 años o periodos superiores, ya que viven aún de las elevadas rentas adquiridas hasta el año 2006. A cinco años, los de Bolsa son claramente los mejores a pesar de sus actuales quebrantos.