En agosto, el IPC había bajado un 0,3% respecto a julio y la inflación interanual se había colocado en el 3,1%.
Pese al ligero retroceso, los productos energéticos continuaron siendo los factores que más presionaron sobre el costo de vida.
En comparación con septiembre del año anterior, la energía se encareció un 12,2%, mientras que los precios de los productos alimentarios crecieron un 6,4%.
La bajada de precios frente a agosto se debió sobre todo a factores estacionales, como el abaratamiento de los viajes y pernoctaciones hoteleras.
El IPC armonizado -utilizado en el cálculo europeo- bajó un 0,1% respecto a agosto, mientras que la inflación interanual se situó en el 3%.