Microcréditos que recuperan la ilusión y los oficios perdidos
Caixa Catalunya dispone de una línea de préstamos para apoyar las profesiones en declive.
El sueño de Marco Buitano desde que empezó a tocar la guitarra a los 14 años fue montar su propio taller de guitarras. No ha podido consolidar su pequeño negocio de reparación de instrumentos de cuerda, MB Guitars, hasta conseguir un microcrédito. Este joven argentino instalado en Madrid construye guitarras personalizadas, a medida, aunque su afán por transmitir los secretos de la profesión le han llevado además a impartir cursos de técnicas de construcción.
El caso de Buitano es uno entre los 1.347 microcréditos que ha concedido Caixa Catalunya desde 2001. El valor total de estos préstamos alcanza los 12,5 millones de euros, con un importe medio de 11.500 euros por operación. Son volúmenes que no tienen nada que ver con la gran banca, pero han creado alrededor de 3.200 puestos de trabajo directos. Además, benefician a toda la unidad familiar, por lo que el impacto inducido se eleva a más de 5.000 personas.
La mayoría de las iniciativas financiadas con los microcréditos son negocios habituales, como tiendas, peluquerías, restaurantes o talleres de danza, pero también se incluyen ideas más o menos románticas. Así se podría clasificar a un joven ecuatoriano de 35 años que ha optado por mantener limpias las chimeneas de los edificios madrileños. El Deshollinador Ecológico es la empresa que ha creado y que presta servicios tanto a particulares como a grandes comunidades de vecinos.
Otro caso lo encontramos en Barcelona. Ana ha ideado una pastelería en la que no se conocen los hornos industriales ni los ingredientes artificiales. Combinando tradición y vanguardia, elabora suculentos productos de repostería: pan al estilo tradicional, galletas, tartaletas e incluso canapés. Pasteleria Diferent (Pastelería Diferente) acepta encargos para todo tipo de celebraciones, bodas y cumpleaños.
Otra Ana, en esta ocasión alemana, ha intentado plasmar a través de un microcrédito su pasión por los libros. Black Sheep Books es como una gran biblioteca a la que la gente acude para convertir un simple libro en una pequeña obra de arte. Encuaderna cada ejemplar de forma artesanal, utilizando materiales naturales como la piel. Para Ana, cada volumen es especial, diseñándolo de forma personalizada, lejos de las grandes imprentas, por las que pasan miles de libros.
Prueba de su éxito es que entre sus clientes principales se encuentran los mejores hoteles, restaurantes y clubs de Barcelona. Todas estas ideas permiten acercar los sueños a la realidad, comentan desde Caixa Catalunya, sin olvidar que en muchas ocasiones y en los actuales tiempos de crisis suponen la única vía de manutención para muchas familias.
El perfil de los emprendedores que han solicitado un microcrédito a la obra social de la caja catalana responde al de una mujer en el 52% de los casos y en un 74% de las ocasiones se trata de una persona inmigrante no comunitaria. El 71% de los préstamos ofrecidos por la entidad financiera se han concentrado en Cataluña, mientras que el 29% restante corresponde a las zonas de Madrid, Valencia, Murcia y Granada. La obra social de Caixa Catalunya trabaja en cinco grandes áreas: cultura, medioambiente, atención social, I+D e inclusión social. Esta última se ocupa de los colectivos más desfavorecidos y excluidos tanto en nuestro país como en el tercer mundo.