50 años para recuperar la confianza en el banquero
Desacreditados y envilecidos. Con esas palabras la mayoría de los estadounidense podrían empezar a describir a los banqueros. Rara vez una amplia categoría de ocupación se hundió tanto y tan rápido.
No hace demasiado tiempo, hacer carrera en el sector financiero atraía a los ambiciosos y codiciosos. En Nueva York, en particular, las únicas vidas que parecía que valía la pena vivir eran las de quienes trabajaban en Wall Street y cuya retribución la determinaban los sobresueldos de final de año, con la capacidad de cambiar una vida.
Esto pertenece al pasado, desde el medio día del viernes 3 de octubre de este año, cuando la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el plan de rescate del mercado financiero por importe de 700.000 millones de dólares (518.000 millones de euros), diseñado para reabrir los mercados de crédito del país.
¿Cuánto tiempo será necesario para rehabilitar la profesión? ¿Tres años? ¿Diez? ¿Cincuenta? Los acontecimientos de las últimas semanas han sucedido demasiado rápido. Y la guerra apenas has comenzado; la carnicería real se producirá en las próximas semanas y meses. Nadie sabe cuál será el verdadero resultado de este desastre, aunque algunos apuestan por el desplome del sector financiero.
Ahora la escena pasa a Washington. El Departamento del Tesoro intenta recoger las piezas del sistema financiero y queda claro que no se trata de un cambio temporal.
Cunde la sensación de que los hombres de las finanzas están acabados, al menos por el momento. æpermil;stos ya no podrán desatar su ira contra quienes se atrevían a criticar su proceder. Los reguladores ya no podrán ser intimidados. Los fiscales de Estados Unidos se preparan para una pelea. Y los bancos y entidades de Wall Street mantienen a grupos de presión y asociaciones en Washington para presentar sus argumentos contra quienes trabajan en el Capitolio. El plan de rescate les dificultará la tarea. ¿Pueden hablar con autoridad o siquiera credibilidad?
¡Permutas financieras sobre tipos de interés y derivados! De costa a costa, estas cosas están comiéndose vivos a los emisores. Los banqueros promovieron estos instrumentos, los políticos los compraron y las agencias calificadoras no repararon en la naturaleza de riesgo de estos productos financieros en sus análisis regulares. Así, el efecto total de la crisis financiera sigue siendo un misterio. Se sabe que la recaudación estatal y local está cayendo, y que el ambiente de negocios se deteriora. Una ola de impagos de bonos municipales parece probable.
Con respecto a los banqueros, admitieron la ignorancia detrás de sus acciones al recurrir a Washington para que los rescatara. Pasará tiempo antes de que alguien vuelva a escucharlos.
Cuando los temores se hacen realidad
'Desafortunadamente Lehman Brothers ya no pueden garantizar los salarios y otros pagos previstos en el contrato de separación'', señaló la empresa a sus ex empleados en una carta fechada el 30 de septiembre, según tres personas con copias de la misiva. 'Como resultado, no recibirán un pago el 3 de octubre ni después', les informaban en la carta.Lehman, que alguna vez había sido el cuarto banco de inversión de los Estados Unidos, se declaró en quiebra el 15 de septiembre tras provisiones por activos y pérdidas crediticias de más de 10.200 millones de euros en el último año. El responsable ejecutivo, Richard Fuld, señaló este lunes en una comisión del Congreso que la empresa se vio abrumada por una 'tormenta de miedo'. Miedo y desconfianza es la que viven ahora los ciudadanos de la primera potencia mundial.