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Subidas

Limones, harina y aceite de girasol se encarecen más de un 20% en un año

El precio de venta al público de la mayoría de alimentos, tanto frescos como envasados, se incrementó en septiembre según el observatorio que elabora el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. De los 60 productos que se seleccionan, 37 subieron de precio en septiembre respecto al mes anterior.

El incremento más destacable se dio en los productos frescos y, especialmente, en el sector cárnico. El precio del conejo aumentó un 2,59%, seguido por el cordero. De los productos del mar, sobresale el boquerón, que en septiembre se pagaba por un kilo un 1,55% más que el mes anterior. La mayoría de alimentos envasados también se encarecieron el mes pasado, aunque sus subidas fueron más atenuadas que en los productos frescos. El arroz se encareció un 0,87% y el tomate natural, un 0,77%. Entre los alimentos que se abarataron en septiembre destacan los tomates para ensalada y los pimientos verdes, cuyo precio cayó más del 2,5%.

En términos interanuales, sólo nueve de los 60 productos analizados por el Ministerio han sufrido bajadas en su precio. Las cebollas, las judías verdes y los plátanos de Canarias se han abaratado por encima de un 5% en el último año. En el lado opuesto, destacan los limones y el girasol refinado que en los últimos doce meses se han encarecido más del 40%. Otros productos con subidas de dos dígitos son la harina de trigo (28,29%), la leche esterilizada (13,80%) o los yogures (12,42%).

Por otra parte, la Unión de Consumidores de España (UCE), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) publicaron ayer el índice que muestra la diferencia entre el precio de origen y destino de los productos alimentarios. De media, en septiembre, el consumidor final pagó por los alimentos un precio cuatro veces superior al que vendió el agricultor y ganadero.

Por ejemplo, el agricultor vendió el kilo de aceitunas a 0,48 euros el kilo, mientras que en el mercado, el consumidor pagó 3,85 euros, es decir, un 702% más. La diferencia de precios en el sector agrícola es mayor que en el ganadero. Los productos del campo, de media, multiplican por 4,3 su precio hasta que llegan al mercado minorista. En cambio, los alimentos cárnicos sufren un encarecimiento menor. Multiplican su precio por 2,6.

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