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Tendencias

Un MBA para aprender de negocios y de vida

Elegir un máster apropiado cuando hace tiempo que se terminaron los estudios y ya se cuenta con unos años de experiencia laboral, es para muchos un quebradero de cabeza. Cada persona cuenta con unas expectativas y unas ideas claras de hacia dónde quiere dirigir su trayectoria profesional, y en cuestión de MBA, el destino por excelencia es Estados Unidos.

Cuatro de las diez mejores universidades norteamericanas han venido a España para ofrecer a los futuros alumnos españoles, indecisos en la mayoría de los casos, una presentación sobre sus características propias. Cada uno deberá decidirse luego por una u otra, y en caso de duda, visitarlas in situ, recomendación muy repetida por todas ellas.

La diferencia con otras universidades norteamericanas de renombre viene marcada, explican, por la competitividad. Los alumnos dicen buscar compañeros de clase y no rivales, como ocurriría en otras situaciones. Además, con los compañeros se va a compartir dos años intensos de trabajo y ocio, ya que éste último ocupa un lugar importante en la planificación de los alumnos.

Los MBA imparten materias teóricas sobre negocios, pero también 'humanas'

Uno de estos centros es Tuck, situada en Dartmouth, donde los estudiantes afirman crear unos lazos con los compañeros que duran para siempre. Allí el 50% es currículum, y el resto son actividades como jugar al golf o practicar esquí, formar parte de algún club o trabajar para una ONG, siempre voluntariamente. Esto se engloba dentro de lo que llaman 'servicios a la comunidad', muy presentes en la mayoría de estas universidades. En Tuck, se intenta mirar las diferentes caras de una cuestión, enseñan a analizar, pensar y ver las posibles opciones de un mismo asunto en temas de negocios.

El lema de la universidad de Duke, situada a cincuenta minutos en avión de Nueva York, también gira en torno a ese sentido; intentan transmitir la manera de ver cómo los negocios pueden ayudar a cambiar la actualidad y entender las materias impartidas en su máster desde la perspectiva de hoy día. En Ann Arbor se encuentra la universidad de Michigan, que cuenta con una red de alumnos a nivel mundial para contactar con alguno de ellos en cualquier momento y desde cualquier rincón.

Con una edad media de 29 años, y unos 434 alumnos por clase, uno de los españoles que cursaron allí su máster explicaba algunos de sus motivos para decidirse por ésta, como la gran diversidad que ofrece por la multitud de países y culturas que se mezclan entre sí, además del importante nombre que figurará después en su currículum, conseguido gracias a la fama del centro.

El concepto de ética resulta chocante para los españoles que se decantan por la Universidad de Virginia, pero muy familiar para los americanos. Señal de ello son los exámenes, realizados en casa y a modo de evaluación personal, que cada uno realiza 'honestamente'. Allí las clases son de 220 alumnos, y buscan ver los negocios como una manera de lograr que el mundo sea mejor. Con un fuerte sentido de comunidad, al igual que el resto, Virginia ofrece también posibilidades únicas difíciles de encontrar en otra gran ciudad.

Además de las universidades, los alumnos buscan información sobre los MBA en instituciones como Fulbright, pionera en intercambios internacionales de estudiantes, que este año cumple 50 años. La decisión, difícil en muchos casos, depende de los objetivos personales de cada uno.

El idioma y el dinero son imprescindibles

Para formar parte de una de las grandes universidades norteamericanas, resulta imprescindible el dominio del inglés como idioma vehicular, más aún tratándose de un máster de negocios. Los alumnos han de pasar una exigente prueba de conocimiento del idioma donde necesitan conseguir una puntuación de entre 600 y 650 del Toefl -título que acredita el nivel de inglés en Estados Unidos-, además de una prueba aparte para evaluar no solo los conocimientos, sino también el manejo propio que cada aspirante haga de la lengua. Así, es erróneo plantearse los dos años de estudio como una inversión en aprendizaje idiomático, ya que el inglés se debe manejar antes.Además de la inversión en idioma, es necesaria la económica, ya que el precio de los MBA está en torno a los 30.000 euros, alquiler de piso y viajes aparte, lo que muchos equiparan con el precio de la entrada de un piso en propiedad. Los alumnos aseguran que en dos o tres años los han amortizado, debido a los puestos que consiguen, pero también reciben lo que llaman prima de enganche, de aproximadamente la mitad del total para cubrir el máster.

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