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Informe

La CNC dice que la ONCE actuó contra la competencia al contratar a filiales

La ONCE, con el Imserso, adjudicó contratos de obras de accesibilidad sufragadas con dinero público a compañías filiales que ella misma seleccionaba. Así lo describe el Tribunal de Cuentas en un informe sobre su actividad entre 2001 y 2003. La Comisión Nacional de Competencia ha asegurado en una resolución que se trata de un acto de competencia desleal que ha prescrito.

La ONCE y el Imserso suscribieron hace ocho años un convenio de colaboración para la selección y contratación de programas de accesibilidad. El Tribunal de Cuentas ha estudiado dicha actuación entre los años 2001 y 2003 y ha concluido que en 2001 y 2002 Fundación ONCE realizó la selección del contratista con la empresa de su propiedad Desarrollos Vía Libre en 66 de los 91 planes ejecutados (que fue absorbida en 2002 por Fundosa, de la ONCE). Y que el contratista resultaba ser filial de la ONCE.

El Tribunal de Cuentas señala que dicha actuación constituye 'un paradigma de la contratación celebrada al margen de los principios que informan la contratación pública'. El mismo tribunal explica que la Fundación aseguraba a los ayuntamientos interesados por los programas de accesibilidad que el procedimiento 'más rápido de contratación era la delegación a su favor'. La delegación de la contratación por parte de una entidad pública en la Fundación ONCE 'es radicalmente contraria a Derecho', indica el informe, realizado el pasado año. Esta actuación 'supuso que la sociedad instrumental de la Fundación ONCE obtuviera contratos por valor de 4,3 millones de euros', explica el tribunal.

En 2003 se abandonó el sistema de delegación en la Fundación ONCE. Sin embargo sociedades de la misma fundación 'siguieron obteniendo contratos (...) produciéndose desde una posición privilegiada'. La participación de la ONCE 'sería como si se permitiese participar en un concurso a una empresa que hubiese elaborado el pliego de prescripciones técnicas, y que además lo hubiese hecho a su acomodo', dice el Tribunal de Cuentas. En 2003 'la Fundación ONCE continuó detentando y ejerciendo su posición de dominio'.

La ONCE seleccionó contratistas a través de una filial en 66 de 91 obras

El Imserso, dependiente entonces del Ministerio de Trabajo, era responsable de la gestión de aquellos contratos. Sin embargo su gestión 'presentó graves deficiencias de control interno', advierte el tribunal. El Imserso no requirió documentación justificativa de los contratos 'de forma inmediata (...) lo que pone de manifiesto la falta de rigor del Instituto en la gestión de estos fondos, entre los que contaban los procedentes del FEDER'. En el 70% de los expedientes analizados por el tribunal 'no constaba el certificado de ejecución de gastos pagados'.

Un portavoz del Imserso, ahora dependiente del Ministerio de Educación, asegura que el organismo ha tomado nota del informe del Tribunal de Cuentas y que cumple 'escrupulosamente' las indicaciones. Por su parte, la ONCE declinó comentar esta información. El Tribunal de Cuentas mantiene en la actualidad una investigación de años posteriores.

Competencia desleal

El informe fue remitido, el 8 de octubre de 2007, a la Comisión Nacional de Competencia, que recientemente, este mes, se ha pronunciado sobre la actuación de Fundación ONCE y el Imserso.

Considera que la 'posición de especial privilegio de las empresas de la división empresarial de la Fundación ONCE respecto de las demás empresas participantes en el concurso' habría cesado el 31 de diciembre de 2004. Aun así, la Fundación ONCE recibió, en 2004, 21 de los 44 convenios, un año después 17 de los 36, y en 2006 13 de los 27 adjudicados. El organismo entiende que la ONCE 'abusó' en 2001 y 2002 de 'esa participación privilegiada' y que esa conducta 'constituye un manifiesto acto de competencia desleal'. No obstante la CNC afirma que 'ha transcurrido con creces el plazo que dispone la autoridad de competencia para instruir un expediente sancionador', por lo que ha procedido a archivar el caso.

Subvenciones en duda

El sistema de costes admitido por el Imserso, dice el Tribunal de Cuentas, 'ha incrementado el riesgo de pérdida final' de recursos comunitarios (Feder). El organismo público debía gestionar los contratos seleccionados por la ONCE, la mayoría a sus filiales.

Contratos otorgados antes de ser aprobados

El Tribunal de Cuentas ha detectado casos en los que el informe de evaluación de los programas de accesibilidad, realizados por una filial de la ONCE, 'tenía incluso fecha posterior a la fecha de aprobación del proyecto por la Comisión de Seguimiento'. El tribunal destaca que este hecho 'es especialmente significativo' en el caso de fondos otorgados para financiar planes de accesibilidad: el informe de evaluación realizado por la filial de la ONCE 'contenía la propuesta de la cuantía de la ayuda a conceder, lo que hace inexplicable la decisión de la Comisión de Seguimiento que, obviamente, no conocía el importe que determinaba el informe, al ser este posterior'. El tribunal subraya que entre 2001 y 2003 el Imserso no publicó en el BOE planes de accesibilidad, ni informó de plazos o las ayudas públicas.

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