Metrovacesa se queda por ahora con un 5% de Gecina
La inmobiliaria Metrovacesa reducirá su participación en Gecina desde el 27% actual a cerca de un 5%. La familia Sanahuja y Joaquín Rivero han acordado un nuevo reparto de activos para que las autoridades bursátiles francesas permitan la escisión.
Gecina, la inmobiliaria francesa presidida por Joaquín Rivero, comunicó ayer que el consejo de administración de la compañía había decidido tomar diferentes medidas para 'la aceleración del proceso de separación de accionistas'. Como consecuencia de esos acuerdos Metrovacesa reducirá su participación en Gecina del 26,9% actual a aproximadamente un 5%, según estiman fuentes de ambas empresas y percibirá inmuebles valorados en cerca de 2.000 millones.
El acuerdo de escisión entre Metrovacesa y Gecina, tomado entre sus principales accionistas, la familia Sanahuja, propietaria de la compañía española, y Joaquín Rivero a principios de 2007, contemplaba la aportación de inmuebles de Gecina a la empresa francesa controlada por Sanahuja, Medea. Tras esa aportación Gecina debía realizar una oferta de adquisición de sus propias acciones canjeando títulos de Medea y finalmente Gecina tendría que realizar una operación de reducción de capital por el importe de esas acciones.
La AMF, el regulador del mercado francés, paralizó ese acuerdo de escisión por entender que existía concertación entre Rivero y el otro accionista español en Gecina, Bautista Soler. Este último había sido aliado de Rivero anteriormente en Metrovacesa. La participación de ambos en Gecina superaba el tercio del capital, límite a partir del cual la legislación francesa obliga al lanzamiento de una opa en caso de entender, como así fue, que existiera concertación entre los accionistas. Rivero y Soler apelaron la decisión de la AMF ante la Corte de Apelación de París, pero este organismo mantuvo las tesis del regulador del mercado francés.
La española recibirá 2.000 millones en inmuebles como compromiso del pacto
En consecuencia Rivero y Soler se comprometieron a reducir sus participaciones. El nuevo acuerdo comunicado ayer va en la dirección precisamente de evitar que Rivero y Soler superen el tercio del capital en la compañía. Según el comunicado enviado, los dos empresarios españoles no comprarán las acciones de Metrovacesa en Gecina que quedarían después de la oferta, con lo que Metrovacesa mantendrá un 5% del capital. Ahora queda que la AMF de su visto bueno a la propuesta del consejo de Gecina.
Fuentes consultadas del sector consideran que Sanahuja tratará de vender ese 5% de Gecina, siempre a inversores que no sean Rivero o Soler u otros que pudiera sospecharse actuasen en concertación con ellos. No obstante otras fuentes estiman que los propietarios de Metrovacesa mantendrán esa participación en Gecina para beneficiarse del reparto de dividendos.
Una tensa relación que dura ya casi tres años
La familia Sanahuja, Joaquín Rivero y Bautista Soler mantienen intereses comunes y posiciones enfrentadas desde principios de 2006. La relación es inevitable dado que Metrovacesa participa en Gecina (con el 26,9%), aunque desde hace tiempo quieran perderse de vista unos a otros. El 1 de marzo de 2006 la familia Sanahuja lanzaba una opa no pactada sobre Metrovacesa, en la que controlaba el 24,3% del capital, entonces presidida por Joaquín Rivero. Dos meses después Rivero, apoyado por Bautista Soler, contraatacó lanzando otra opa superando el precio de Sanahuja. Un año antes Metrovacesa había comprado Gecina por 5.500 millones. Durante todo 2006 Rivero y Sanahuja trataron de hacerse con el control de la compañía mediante pactos con nuevos accionistas y nuevas ofertas. A principios de 2007 decidieron repartirse la compañía: la familia catalana retendría el control de Metrovacesa, ahora tiene el 80%, menos Gecina, que quedaría en manos de Rivero y Soler. Entre ambas empresas habría un intercambio de activos que todavía hoy se está llevando a cabo. A pesar del acuerdo se mantuvieron las tensiones. A principios de este año el presidente de Metrovacesa, Román Sanahuja, advirtió que si Rivero no cumplía con lo acordado trataría de activar una cláusula del acuerdo de separación que supondría una multa de 600 millones. Después de que Sanahuja recibiera 84 millones de dividendo de Gecina los ánimos se calmaron.