La caída de Lehman desata una guerra de fichajes
Estados Unidos. Europa. Asia. Tras la quiebra de Lehman Brothers, las firmas de cazatalentos de los principales plazas financieras del mundo está siendo colapsadas con llamadas de clientes que buscan talento y de ejecutivos que lo ofrecen. 'Con la quiebra de Lehman los cazatalentos ha entrado en una vorágine', explica Jason Kennedy, consejero delegado de la firma londinense de selección de personal Kennedy Associates. 'Está todo el mundo compitiendo por los candidatos'. Cientos de reuniones y llamadas tienen lugar entre firmas y profesionales en Londres, Nueva York, Hong Kong o Bombay. 'La gente se siente insegura y quiere saber cuáles son sus opciones', señala Jonathan Baines, director de la firma Whitehead Mann.
En España, cuatro de los 45 empleados del banco ya han sido contratados por la firma de capital riesgo Thesan Capital. Y en el sector se rumorea que el resto no va a tener problemas para encontrar un hueco en el mercado. 'Ahora mismo mucha gente de Lehman Brothers en España tiene más de tres ofertas sobre la mesa. Se trata de perfiles muy especializados por los que existe una gran demanda', señala Ignacio Bao, presidente de la firma de cazatalentos Bao & Partners. 'En dos semanas -añade- estarán prácticamente todos contratados'.
La mayoría de las firmas especializadas en selección de personal coinciden en que buena parte de la puja que se ha desatado en los mercados por los profesionales de la entidad viene de bancos, que buscan reforzar áreas concretas, o de pequeñas firmas boutique que quieren captar talento. 'Siempre hay demanda en el nivel top', señala un socio de la firma británica de búsqueda de directivos Egon Zehnder.
Algunos de estos ejecutivos son muy codiciados por la fuerte relación que mantienen con sus clientes y por su poderosa agenda de contactos. Entre los nombres más codiciados en la City londinense ahora mismo, señala la agencia Bloomberg, destacan, por ejemplo, William Vereker y Alexis de Rosnay, que se hicieron cargo del área de banca de inversión en Europa y Oriente Medio este mes, según fuentes del sector. También se habla de Michael Tory, un ex Morgan Stanley que ha sido cabeza del área de banca de inversión en Reino Unido de Lehman desde 2006; y de Adrian Mee, al frente del área de fusiones y adquisiciones en Europa.
Se rumorea que Credit Suisse mantiene conversaciones para fichar a Ed Mathews y Stuart Field, de la unidad de corporate broking de Lehman en Reino Unido. Y Mark Shafir acaba de incorporarse a Citigroup para gestionar el área de su especialidad: fusiones y adquisiciones.
¿Quién da más?
En España el perfil profesional de los ejecutivos de Lehman encaja muy bien en las necesidades de grandes bancos, compañías de capital riesgo, boutiques de fusiones y adquisiciones o los departamentos de corporate finance de las denominadas Big Four. 'Todas estas entidades están en España en un proceso de crecimiento importante', destaca Ignacio Bao, quien asegura que hay compañías interesadas en equipos completos de la firma en quiebra. 'Son perfiles muy específicos que al entrar en una compañía suman. La integración no suele ser un problema', comenta.
En el caso de Asia, muchas firmas están viendo en la debacle una gran oportunidad. Según fuentes de Reuters, pocas horas después de que Bank of America anunciase la compra de Merrill Lynch, la firma de servicios financieros Ambit fichaba a cinco ejecutivos de la entidad, una señal de que el mercado asiático espera obtener beneficios de los despidos masivos de Wall Street.
Para China e India, cuyas economías están creciendo al 7%, la crisis de la industria financiera puede servir para reclutar ejecutivos de talento. Lehman Brothers tenía 2.000 personas en India, mientras que Merrill ronda los 500. BNP Paribas y Nomura Securities en el país asiático están intentando ahora mismo fichar a profesionales de Lehman, según fuentes del sector que piden no ser mencionadas. 'Yo creo que hay oportunidades de potenciar nuestros equipos de forma relativamente fácil. Normalmente es muy caro fichar a esta gente', señala un ejecutivo de banca de inversión en Hong Kong. 'Todos los bancos van a tener la oportunidad de subir el nivel de sus plantilla después de esto, porque Lehman era un mezcla de gente muy, muy buena', añade.
Ejecutivos y cazatalentos están divididos, sin embargo, en cuanto a quiénes tendrán más facilidades para ser fichados, si los empleados junior o los senior. 'Los junior y los de nivel medio de experiencia son más flexibles y más baratos a la hora de contratar', explica un gestor de banca privada que recientemente se ha mudado desde una multinacional a una firma local en Bombay. 'Los séniors lo tienen peor, a menos que sean realmente de primer nivel', concluye.
Firmas indias como Tata Capital están aprovechando las ventajas de la situación. 'Nosotros vemos una oportunidad para conseguir el mejor talento de la industria', señala su director de recursos humanos, Amar Sinhji, que está interesado en las áreas de banca de inversión y private equity. En China, algunos empleados de Lehman han comenzado a buscar trabajo, no en otras firmas internacionales, sino en bancos estatales que consideran un destino más seguro para los próximos años.
'El panorama ahora es algo sombrío, pero yo no creo que estos profesionales tengan problemas para encontrar un trabajo. Las oportunidades locales todavía son buenas', añade Sandeep Chaudhry, consultor de negocios de Hewitt Associates.
Perfiles de oro
Los perfiles más solicitados por las compañías que tratan de absorber a los profesionales que Lehman Brothers ha dejado en el mercado son aquellos que cubren áreas como advisory, compraventa de acciones, mercado de emisiones de deuda y equity o M&A. 'En España se necesita gente especializada en grandes inversiones', señala Bao. Los sueldos pueden alcanzar en el mercado laboral español los 250.000 euros de fijo, con una compensación en variable que puede llegar hasta el millón de euros al año de salario final. En cuanto a su formación, mientras que entre los profesionales españoles existe una mayoría de economistas y de la rama de administración de empresas, la cultura anglosajona cuenta con perfiles mucho más variados.
La preocupación por cobrar el último salario
Los empleados de Lehman Brothers no cobrarán sus salarios antes de octubre. PricewaterhouseCoopers (PWC), administrador del extinto banco de inversiones, reconoció el pasado jueves que hay problemas para pagar el sueldo a los empleados de la entidad. Resta por abonarles el salario del mes de agosto y otros pagos relacionados. 'Y lo normal en estas circunstancias', explica José Luis Corell, director del área de Reestructuraciones e Insolvencias de Ernest & Young Abogados, 'es que existan pagos pendientes'.En un comunicado trasmitido a finales de la pasada semana, PwC agradece 'la paciencia de los trabajadores' y asume que el retraso puede suponerles 'dificultades en su vida cotidiana'. Cual castillo de naipes, la desaparición de la firma ha provocado una hecatombe que se ha cobrado el puesto de 25.000 empleados (6.000 en Europa), distribuidos entre las filiales de la compañía en todo el mundo.Tras la quiebra, tocaba hacer las maletas. Los empleados de la compañía en Reino Unido y Estados Unidos presentaron la cara visible del drama, fotografiados al abandonar sus puestos de trabajo cargados con cajas y enseres personales acumulados en estos años de trabajo. Esas imágenes no se repitieron en otras ciudades de Europa, donde la legislación es más protectora y prevé indemnizaciones por ley en caso de despido. Aunque no de abandono. De hecho, PwC advirtió a los empleados de Lehman en Europa que si dejaban el puesto, sólo se les abonarían los días transcurridos desde el nombramiento del administrador el pasado lunes.'Creo que las personas intentarán ayudarse unas a otras para seguir adelante y hacer lo posible para enfrentar esta terrible situación', decía un ex trabajador poco después de conocer la noticia. La rabia y la incertidumbre se han extendido entre los empleados que culpan a la cúpula directiva de no haber conseguido evitar la quiebra, incluso aún cuando muchos de ellos han negociado ya su nuevo destino laboral.'En Manhattan', cuenta Luis Gallardo, director de Comunicación Internacional de Deloitte, 'tu identidad depende de la compañía para la que trabajas'. Gallardo, residente en la ciudad de los rascacielos, constata como 'los psicólogos no dan abasto en Nueva York'. Entre sus colegas, 'hay gente que lleva meses despidiéndose, conocedora del calibre de la crisis', dice.PwC reconocía estos días, sin embargo, que una de las prioridades dentro de su cometido es 'cerrar acuerdos que permitan retener a los empleados con el fin de asegurar una venta ordenada de activos'. Cuanto más, los directivos, para quienes la situación presenta un horizonte diferente. Así, los cargos de alta dirección suelen negociar contratos blindados, con cláusulas privilegiadas y derecho a suculentas indemnizaciones, que en España pueden ser superiores a los 45 días por año trabajado que estipula la ley.Los especialistas coinciden en que los 45 empleados de Lehman Brothers en España cobrarán casi con toda seguridad el sueldo de los 30 días previos a la declaración concursal. 'El salario del último mes se considera crédito contra la masa', explica José Luis Corell de Ernst & Young Abogados.En cualquier caso, el monto de los sueldos e indemnizaciones será bastante menor en el resto de la plantilla de lo que pueda llegar a ser en el caso de los directivos y socios de la compañía, con sueldos muy por encima del resto. 'Es probable que estos sean los únicos que hayan pactado indemnizaciones de altura', aventura Corell.No obstante, precisa María Luisa Torrontera, responsable de Banca en UGT, 'seguramente la plantilla española mantendrá negociaciones de otro nivel y habrá nombrado ya un interlocutor para negociar directamente con la matriz'.Para los altos cargos, puede haber más dificultades. 'En España el juez puede moderar las indemnizaciones e, incluso, suspender el pago de éstas si sospecha que el directivo contribuyó a generar o a agravar la insolvencia', informa Loreto Gil, del área de Laboral de KPMG. Por el momento, todo son incógnitas y compases de espera.