Liquidez de calidad
Esta misma semana hemos conocido cómo ha afectado la quiebra de Lehman Brothers a las carteras de inversores españoles, principalmente, pero no sólo, a los llamados clientes de banca privada. Los que compraron notas o bonos estructurados (¿en eso consiste la diferencia de la banca privada, en vez de fondos garantizados, bonos estructurados?), no gozaban de las ventajas de los fondos de inversión. Sin embargo, no todos los que compraron fondos de dinero, han estado suficientemente protegidos.
Siempre he pensado que con la parte líquida de la cartera no hay que arriesgar. Su misión es, precisamente, estar disponible para su conversión en dinero sin incurrir en pérdidas (Manual de Sistema Financiero Español, VVAA Ed. Ariel). Sin embargo, en un mercado de producto, como es el español, por sacar veinte puntos básicos adicionales y estar arriba en el ranking (la otra forma es reducir las comisiones, pero muchos siguen cobrando un 1% y muchísimos más pagándolo) algunos están dispuestos a meter crédito en los fondos más conservadores.
No me cansaré de decir que es necesario que todos los inversores conozcan cuál es la tasa máxima de rentabilidad sin riesgo. Publíquenla todos los días. Ministerio de Economía, Gobierno de España. A partir de ahí, sea un depósito, sea un fondo, sea un bono... si la rentabilidad es mayor, es a cambio de un mayor riesgo (menor solvencia del emisor) y/o de restricciones a la disponibilidad.
Cuando compre un fondo de dinero (mucho mejor alternativa que un depósito) pida que le enseñen la cartera y las comisiones. Por desgracia, los monetarios puros en España se cuentan con la mitad de los dedos de una mano.
Enrique Borrajero. Socio director de Abante Asesores