Un juez de EE UU aprueba la compra de activos de Lehman Brothers por Barclays
El juez del Tribunal de Quiebras estadounidense James Peck ha aprobado el acuerdo que permitirá a Barclays comprar los activos más importantes de la financiera estadounidense Lehman Brothers, declarada en quiebra a principios de esta semana.
El juez destacó la excepcionalidad de la medida y afirmó que su decisión no puede ser tomada como precedente para ningún caso en el futuro. Además indicó que no existía una alternativa mejor. "Debo aprobar esta transacción porque es la única disponible", dijo.
Esta misma semana, Barclays acordó la compra de las divisiones de inversión bancaria y mercados de capitales de Lehman Brothers por unos 1.750 millones de dólares (unos 1.213 millones de euros) después de que la financiera estadounidense anunciara su quiebra, la más importante de la historia del país.
El acuerdo de compra fue ligeramente modificado ayer en los tribunales, ya que los abogados de Lehman indicaron que las cuentas de operaciones habían menguado y que la tasación de sus propiedades, incluida la sede de Lehman en Nueva York, ha dado una cifra menor de la esperada.
Si finalmente se materializa, el pacto servirá para salvar 10.000 empleos de Lehman en Estados Unidos y dará liquidez para financiar las operaciones de la compañía. Está previsto que durante el fin de semana se transfieran las cuentas de los clientes estadounidenses. Barclays se ha mostrado dispuesto a adquirir los activos de Lehman en otras partes del mundo.
El caso de la bancarrota de Lehman no tiene precedentes en la justicia estadounidense, basada en el sistema anglosajón, que da gran importancia a la jurisprudencia. El caso más parecido es el de la quiebra de WorldCom en 2002, que supuso la gestión de 100.000 millones de dólares en activos, una cantidad muy inferior a los 600.000 millones de dólares en activos con los que cuenta Lehman Brothers.
Peck indicó que el caso no debería ser considerado un precedente para otras quiebras que se acojan al capítulo 11 del Código de Quiebra estadounidense. Lo habitual es que las quiebras se procesen de forma más metódica y pausada, no en una semana, como ha ocurrido con Lehman. "Esta es la vista de quiebra más trascendental que haya presenciado nunca", dijo Peck. "No puede ser considerada nunca un precedente para casos futuros. Es difícil para mi imaginar una emergencia parecida", agregó.
"Esta semana, más que en ninguna otra desde que fui nombrado, he sentido el impresionante poder de este empleo", afirmó el juez ante la sala repleta tras siete horas de vista.