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Expo Zaragoza

La Expo del agua se despide de Zaragoza con lleno total

La ciudad ha recibido casi 5,5 millones de visitantes y espera 236.000 para la clausura.

Algunos dudaban de que una Exposición Internacional, cuya celebración coincidía con el recrudecimiento de la crisis económica, se viera refrendada por el público. Pero una afluencia cercana a los 5, 5 millones de visitantes ha pulverizado las apreciaciones de los pesimistas. La Expo de Zaragoza ha vivido jornadas, como la del 30 de agosto, en la que se vio obligada a cerrar el recinto, incapaz de acoger físicamente a los más de 120.000 visitantes que se hallaban dentro del meandro de Ranillas. De éxito también puede morirse, como advirtió el alcalde Juan Alberto Belloch, 'hay que procurar que los ciudadanos disfruten de la Expo y que una afluencia excesiva no derive en incomodidades'.

Las previsiones apuntan a que en torno a las 236.000 personas presenciarán la ceremonia de clausura este fin de semana, para la que se ha previsto un castillo de fuegos artificiales que convertirá el Ebro en una gigantesca luminaria. El cálculo se basa en las 90.000 que admite el meandro de Ranillas y las 146.000 que pueden contemplarlo desde fuera, donde los puntos con mejor visibilidad se dan por copados.

La multitudinaria afluencia ha producido incomodidades difícilmente evitables. Dice un viejo aforismo que el público siempre tiene razón y resulta difícil disuadir a un visitante que decide guardar cola durante cuatro horas en el Pabellón de Alemania para darse un paseo de siete minutos en float. A muchos les compensará el poder contarlo luego, porque, desde luego, los contenidos del Pabellón alemán son magníficos. Como en el Pabellón de España o en la Torre del Agua.

Las impresiones de los visitantes son coincidentes al destacar dos recuerdos imborrables de la Expo: el magnífico documental de Carlos Saura, exhibido en el Pabellón de Aragón, y el espectáculo El hombre vertiente. Ambos han sido una sorpresa, pues no se esperaba tal grado de aceptación. Del trabajo de Saura impone, hasta el sobrecogimiento, la tamboreada de Teruel y el baile de la jota-fusión, a cargo de Miguel Ángel. De El hombre vertiente impresiona todo y ha sido la representación que, tras el boca a boca que se produjo en los primeros días, ha agotado los pases en minutos. A ellos se ha unido El despertar de la serpiente, la espléndida cabalgata diaria realizada por el Circo del Sol.

Pabellones extraordinarios, avalados por esperas raramente inferiores a las dos horas, han sido los de España, Aragón, Japón o Marruecos y, por su originalidad, el de El Faro.

Ante las largas colas, un elevado número de visitantes han decidido darse una vuelta por la Expo y visitar los recintos más tranquilos. Tomarse un mojito en el pabellón de Cuba, un café original en el de Colombia o Costa Rica, oír plácidamente un tango argentino y luego pasear por una Zaragoza, también con ofertas lúdicas y culturales atractivas, ha constituido una opción forzosa y bastante generalizada.

Los zaragozanos van a heredar los edificios emblemáticos que muchos no han podido visitar durante la Expo. De éstos, el único que ha podido verse con total comodidad y sin agobios ha sido el Pabellón Puente, la extraordinaria obra de Zaha Hadid, que marca un hito en la historia de la arquitectura. El Acuario Fluvial y la Torre del Agua han requerido habitualmente largas esperas para ser vistos. Ambos serán referentes turísticos para una Zaragoza, que hereda también un espectacular Palacio de Congresos.

Ronda por los aledaños de la muestra

La Expo de Zaragoza ha impulsado también una gran oferta cultural fuera del recinto de Ranillas. En ella destacan las espléndidas y singulares exposiciones repartidas por la capital maña. El próximo lunes se cierra, en el Museo de Zaragoza, la muestra Goya e Italia, que recrea la juventud del genio aragonés y ha sido visitada por más de 50.000 personas. Ibercaja se ha sumado a la Expo organizando varias exposiciones antológicas. La titulada Encrucijada de culturas, en el Palacio de la Lonja, ha sido visitada por más de 120.000 personas y este éxito ha llevado a la entidad a prorrogar su clausura al 19 de octubre. Hasta el 20 de octubre podrá visitarse también la muestra titulada Del futuro al pasado en el Patio de la Infanta, y, hasta el próximo 28, Del Ebro a Iberia, en el Museo Ibercaja Camón Aznar.Muchos visitantes de la Expo han disfrutado también con el espectáculo de Bigas Luna en el reabierto Plata, un mítico café-cantante de Zaragoza.

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