Depresión posvacacional
La vuelta al trabajo tras las vacaciones estivales es sin duda uno de los momentos más duros del calendario laboral. Este año ha sido aún si cabe más duro el regreso, especialmente en países como España o sectores como el financiero, debido no sólo al desgaste acumulado en los meses anteriores sino también al sombrío panorama que nos espera para, como mínimo, el resto del año.
De hecho, el principal riesgo para los próximos meses es que la crisis se traslade del ámbito financiero al macroeconómico, y de los países anglosajones a la zona euro, donde los últimos datos de economía real así como las encuestas de confianza han sufrido un fuerte deterioro.
No deja de sorprender en este sentido que, aunque gracias casi únicamente al sector exterior, Estados Unidos haya registrado un crecimiento (anualizado) superior al 3% en el segundo trimestre mientras que el PIB de los tres mayores países de la zona euro haya caído entre un 0,3% y un 0,5% trimestral en ese mismo periodo. Siendo la debilidad del dólar (fortaleza del euro) uno de los principales motivos de esta divergencia, es de esperar que después de los últimos movimientos en el mercado de divisas este diferencial se cierre o invierta en próximos trimestres.
Por otro lado, el Banco Central Europeo no sólo mantuvo los tipos estables en su reunión del pasado jueves sino que, a pesar de esperar que la inflación se mantendrá por encima de su nivel objetivo durante lo que queda de este año y el próximo, no parece que una subida adicional de tipos esté a la vuelta de la esquina. Con los mercados bursátiles revueltos, pero los diferenciales interbancarios habiéndose estabilizado, parece que estamos en un periodo de cierta calma inestable, aunque los augurios para el resto del año no son del todo optimistas. Ahora sólo nos queda esperar que lleguen cuanto antes las vacaciones navideñas y esperar que 2009 traiga la ansiada recuperación económica y financiera.
Antonio Villarroya. Jefe global de estrategia de tipos en Merrill Lynch