Dell negocia vender sus fábricas para reducir costes y retomar el crecimiento
Dell, el segundo mayor fabricante de PC del mundo, está planeando vender todas sus fábricas. Su intención es reducir costes para retomar la estela del crecimiento tras la caída de beneficios del último trimestre. Los grandes fabricantes de equipos tecnológicos Hon Hai, Compal y Quanta son los candidatos para hacerse con esos centros.
Dell parece dispuesta a dar un nuevo giro estratégico. El grupo informático estadounidense está dispuesto a seguir el camino que en el pasado marcaron otras empresas tecnológicas como Alcatel o Ericsson y vender sus fábricas. Según publicaba este viernes The Wall Street Journal, Dell está negociando la venta de todas sus plantas de producción a grandes grupos manufactureros. La medida puede considerarse como muy traumática puesto que puede afectar a miles de trabajadores. Las desinversiones se ejecutarían en un periodo de 18 meses.
Entre las compañías candidatas a la compra de las fábricas figuran el gigante asiático Hon Hai (mayor fabricante mundial de equipos tecnológicos que trabaja para firmas como Nintendo, Sony, HP o Apple), Quanta Computer o Compal Electronics. La propia Dell ya empezó a transferir carga de trabajo el pasado año a Foxconn, filial de Hon Hai.
La noticia no es una sorpresa. Los primeros comentarios sobre la posibilidad de vender las fábricas se produjeron el pasado año cuando Dell contrató como responsable de producción a Mike Cannon, ex consejero delegado de Solectron, un histórico fabricante de equipos, ahora propiedad de Flextronics.
La fábrica de Dell en Irlanda supone en torno al 6% del PIB nacional
En la actualidad, Dell cuenta con 60 fábricas y centros de investigación repartidos por el mundo. Sus principales centros de producción están en EE UU (en los estados de Texas, Tennessee, Carolina del Norte y Florida) y Brasil en el continente americano; Irlanda y Polonia, en Europa, y China, India y Malasia en Asia.
De todas maneras, algunos expertos han comentado que Dell puede encontrarse con dificultades en la venta de algunas de sus fábricas, sobre todo por los altos costes laborales de sus trabajadores y la negativa de los compradores a asumir esas cargas. También las administraciones pueden oponerse a la decisión de Dell. La prensa estadounidense recuerda que la factoría de Carolina del Norte ha recibido varios millones de dólares en ayudas públicas a través de la concesión de exenciones fiscales.
En otros lugares, la venta puede encontrarse con un fuerte rechazo por parte de los propios Gobiernos. Así, el diario The Irish Times recordaba el viernes que la fábrica que Dell tiene en Irlanda da trabajo a cerca de 4.000 trabajadores y supone en torno al 6% del PIB nacional. A nadie se le escapa que muchos fabricantes acostumbran a cerrar las fábricas que compran para concentrar la producción en centros de las propias firmas en países donde los salarios de los trabajadores son más bajos.
En cualquier caso, el objetivo de esta estrategia es reducir costes y mejorar la eficiencia para volver a la senda de crecimiento. De hecho, en el último trimestre, Dell vio como sus beneficios caían un 17%, muy por debajo de las previsiones de los analistas. Una situación que provocó una caída de las acciones de la empresa superior al 13%.
Dell, que no ha querido hacer comentarios 'sobre especulaciones', estaría tratando de concentrar sus esfuerzos en la creación y diseño de nuevos productos para hacer frente a las nuevas demandas del mercado y competir con rivales directos como HP o Acer. Wang Wanli, analista de HSBC, dijo a la agencia Bloomberg que la venta de sus plantas a fabricantes externos de equipos proporcionaría a Dell una mayor flexibilidad.
La venta de fábricas no es el primer paso dado por la empresa para reducir costes. La compañía ha recortado su plantilla mundial en cerca de 8.000 trabajadores desde que su fundador, Michael Dell, volvió a asumir el cargo de consejero delegado a principios de 2007. En los cambios, el directivo dio un giro completo a la política comercial del grupo, hasta ese momento sólo basada en la venta directa de sus equipos al usuario a través de internet o el teléfono. En este periodo, la compañía ha firmado acuerdos con grandes cadenas como Carrefour en Europa, Walt-Mart en EE UU o Appliance Holdings en China para vender ordenadores en sus tiendas.
Lanza su ultraportátil con Vodafone
Cinco meses después de que HP anunciara la introducción en el mercado de un ultraportátil, Dell pondrá en la calle su propio miniordenador, el Inspiron Mini 9. Y lo hará, en Europa, de la mano de Vodafone. Ambas compañías emitieron el viernes un comunicado en el que aclaraban que el pequeño equipo, con servicio de banda ancha móvil integrado, será distribuido a través de los puntos de venta habituales de la operadora y directamente por Dell en los principales mercados del Viejo Continente.El ordenador, de pequeñas dimensiones y sólo 1,03 kilos de peso, estará disponible a partir de finales de septiembre, según informaron ambas empresas. Además, incluye webcam integrada, teclado compacto, una unidad de almacenamiento de memoria de estado sólido (SSD) y una pantalla de 8,9 pulgadas.El director de Conectividad de Vodafone, Andrew Sangster, destacó en la nota que el lanzamiento del nuevo portátil de Dell supone el próximo paso en la evolución de los servicios de banda ancha móvil, lo que permitirá el acceso a internet de alta velocidad a un mayor número de usuarios.