Hamburgo
Punto de entrada de toneladas de mercancía y sede comercial de miles de empresas, la 'Venecia del norte' inaugura hoy espacios culturales dondes antes había muelles.
Dentro de los 6.000 metros cuadrados que se esconden tras los emblemáticos muros de ladrillo visto del Deichtorhallen hace apenas unas décadas se almacenaban toneladas de frutas y hortalizas que llegaban desde todos los puntos del globo para abastecer no sólo a Alemania, sino a buena parte de Europa del Norte. Hoy, este edificio pasa por ser una de las galerías de arte más conocidas y prestigiosas de todo el mundo, situada por los expertos a la misma altura que el MoMa, el Guggenheim o la Tate Gallery. En sus pasillos, antaño atestados de manzanas, coles o tomates, ahora se pueden degustar obras de Lichtenstein, Hanne Darvoben y algunos de los principales nombres del arte contemporáneo.
El caso de la Galería Deichtorhallen es, sin duda, el más paradigmático de la profunda transformación que está viviendo en los últimos años la ciudad de Hamburgo desde su rudo y acerado semblante portuario hacia una traza mucho más cosmopolita y sofisticada.
La prueba del nueve de esta transformación se encuentra en las guías turísticas de la ciudad, donde antes predominaban los gráficos y tablas que mostraban los millones de toneladas desembarcados en su gigantesco puerto y los listados de importantísimas empresas multinacionales (460 compañías asiáticas tienen Hamburgo como centro de operaciones) que eligieron la ciudad como sede comercial; y ahora mandan las imágenes de los edificios emblemáticos de siempre y de los incipientes focos de interés de este nuevo Hamburgo multicultural.
La ciudad tiene más puentes y canales que Ámsterdam, Venecia y Londres juntas
Una referencia
La transición se ha hecho sin traumas. Hamburgo es una ciudad orgullosa de su puerto, que explota turísticamente con rutas de todo tipo por sus kilómetros de canales, y no ha caído en la tentación de otras grandes urbes de dar la espalda a su gris sustento del pasado para abrir por otro lado las puertas de un futuro multicolor sin olor a aceite quemado y grasa.
Ayuda, claro, que a través del puerto muevan sus mercancías más de 10.000 empresas, lo que da un jugoso colchón a los hamburgueses para continuar siendo los ciudadanos más prósperos de Alemania. Pero no sólo es una cuestión económica. Las autoridades de la ciudad han decidido hacer del puerto el centro de gravedad del nuevo Hamburgo y en ese propósito se enmarca el proyecto Hafen City, que rehabilitará 155 hectáreas abandonadas de antiguas instalaciones para un nuevo desarrollo urbanístico, donde se ubicarán los futuros emblemas de la ciudad. Entre ellos, la nueva sede de la Filarmónica del Elba cuyo diseño (una suerte de gigantesco iceberg) se ha encargado al prestigioso despacho de arquitectos suizos Herzog & DeMeuron.
Fisonomía peculiar
Mientras Hafen City llega, la casi milenaria ciudad ya ha empezado a reconocerse en sus nuevas hechuras. Decenas de antiguos almacenes de carga han sido reconvertidos en espacios culturales, edificios de oficinas o modernos hoteles. Ya hace años que el musical de Disney El Rey León se representa en el espectacular Theater im Hafen, un auditorio anclado al Elba entre las gigantescas grúas de los astilleros hamburgueses.
Las autoridades también han comenzado a mirar la peculiar fisionomía de la ciudad con ojos de empresarios turísticos y no de administradores. Muchos europeos que se declaran fascinados por la belleza navegable de Ámsterdam o Venecia desconocen que Hamburgo está atravesada por 19 canales sobre los que se tienden 2.500 puentes, más de los que acumulan ambas ciudades juntas.
Cientos de barcazas ofrecen la opción de recorrer la ciudad por sus vías acuáticas, que desembocan en el Lago Alster, donde no es raro ver navegar a decenas de embarcaciones deportivas, uno de los hobbies de los hamburgueses. Rodeando ese primer lago se llega a un segundo más grande, repleto de cisnes. Otra forma de conocer los canales es desde arriba, desde el mirador que ofrece la torre de la Iglesia de Santz Michaelis, situada a 150 metros de altura y que permite definir con precisión los límites geográficos de la ciudad.
Encaramado a esa torre se puede apreciar la grandeza neorrenacentista del Rathaus, la sede municipal, un edificio de 1897, que también alberga la Cámara de Comercio. Por sólo dos euros se pueden visitar algunas de sus salas.
En las inmediaciones del Rathaus se encuentra la Mockebergstrasse, eje de una de las zonas comerciales más exclusivas de Europa. La zona está jalonada de coquetos cafés. Si quiere degustarlos deberá ir con el bolsillo preparado.
El secreto de las hamburguesas
Hamburgo se divierte en la Reeperbahn. El mítico barrio rojo de la ciudad ya no es sólo el nido de prostitución y mala vida de antaño. Junto a los cabarets y sex shops se han abierto operetas, pequeños teatros y bares de todo tipo. La oferta lúdica es menos sórdida de lo que fue y no hay que olvidar que en esta calle del pecado empezaron a tocar allá por los primeros 60 cuatro chicos de Liverpool, que luego se llamaron The Beatles. El Star Club, el Kaiserkeller y el Top Ten configuran el camino de peregrinaje de los nostálgicos del cuarteto.
La Reeperbahn está en el corazón del barrio de Sankt Pauli, centro neurálgico de actividad de la nueva Alemania multicultural. Allí está el Erotik Museum, uno de los más visitados entre el medio centenar de museos que se pueden visitar en la ciudad. Imprescindible el BallinStadt o Museo del Emigrante, donde se revela el secreto del origen de las hamburguesas. Pero para saberlo, deberá visitarlo.
Guía práctica
Cómo irLufthansa (www.lufthansa.com) ofrece diariamente vuelos directos desde Madrid y Barcelona hacia el aeropuerto de Fuhlsbuttel, que está ubicado a 14 kilómetros del centro de Hamburgo. Hay muchas compañías que vuelan a la ciudad, pero todas hacen escala en algún aeropuerto.ComerHenssler & Henssler. Situado cerca del barrio de Altona, este Sushi Bar se ha convertido en uno de los restaurantes más de moda, gracias al programa de televisión de su chef, Steffen Henssler, una suerte de Arguiñano hamburgués. Grosse Elba Strasse, 160.Das Weisse Haus. La casa de comidas del carismático Tim Mälzer, el chef más prestigioso de Alemania, es un lugar de visita ineludible. Excelente cocina y una amplia carta de vinos a precios moderados en comparación con España. Neumülen Strasse, 50.DormirFairmont Hotel Vier Jahreszeiten. Perfecto para sibaritas. Un alojamiento de gran lujo en pleno centro histórico de Hamburgo, junto al emblemático Lago Alster. Una habitación para dos personas ronda los 224 euros por noche. Neuer Jungfernsteig, 9-14. Tfno. (4940) 34940.Atlantic Kempinsky Hotel. James Bond (Pierce Brosnan) escaló por sus paredes para entrar en su lujosa suite en El mañana nunca muere. Este centenario hotel también tiene una curiosa habitación decorada con motivos de BMW. El precio de la habitación doble oscila entre los 185 euros y los 366, si se quieren vistas al Lago Alster. An der Alster, 72-79. Tel. (4940)28880.Wasserturm Hotel. Un antiguo depósito de agua reconvertido en sofisticado hotel en el barrio de Sankt Pauli. Sternschanze, 9. Tel. (4940) 3344110. Hay habitaciones dobles por 115 euros.Xxxxxxx xxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEn el 'barrio del pecado' están los clubes donde se foguearon los Beatles