Un socio extranjero es 'indispensable' para salvar Alitalia
El empresario italiano que dirigirá la reestructuración de Alitalia dijo el viernes que la ayuda de Air France-KLM o Lufthansa es 'imprescindible' para salvar de la quiebra a la aerolínea de bandera. 'Uno de los dos nos es necesario, es indispensable', declaró Roberto Colaninno, el futuro presidente de la nueva Alitalia, en una entrevista con el diario local La Repubblica.
Aunque confirmó que la compañía está tratando con los dos grupos y que las conversaciones 'van a la misma velocidad', el empresario prefirió guardarse sus preferencias con un escueto 'tengo mis ideas'.
En la víspera, el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, dijo que cualquier alianza con una aerolínea de otro país supondría que esta última tuviera sólo una 'participación minoritaria', una limitación a la que Air France-KLM se ha mostrado dispuesta.
Berlusconi lanzó el plan para rescatar Alitalia prometiendo que permanecería en manos italianas, aunque advirtió de que habrá que hacer sacrificios, como un recorte de personal. 'Nuestras medidas nos permiten crear una nueva Alitalia, una aerolínea de alta tecnología más eficiente, capaz de sostenerse a sí misma', dijo Berlusconi después de que su gabinete modificó la ley de quiebras para que el plan de rescate pueda ejecutarse.
El plan prevé la partición de Alitalia en dos partes, una de ellas libre de deudas que será comprada por una sociedad creada el miércoles pasado por un grupo de 16 empresarios italianos liderados por Colaninno. 'Espero que nadie piense que nos estan regalando algo', enfatizó Colaninno en la entrevista con La Repubblica, antes de explicar que la alternativa a la decisión tomada por el grupo de empresarios era decir 'y a mí qué me importa'.
'Y a mí qué me importa si los teléfonos italianos se vuelven españoles, si los coches acaban en manos americanas, y que ya no haya una compañía de bandera. Pero a quien no le importa nada, en realidad es un fracasado', sentenció.
El consejo de Alitalia solicitó el viernes acoger a la empresa a la ley que regula las suspensiones de pagos y las quiebras para poder salir de la crisis financiera.