Los 'resorts' españoles pierden interés para los inversores
Los resorts españoles en las costas nacionales han perdido el interés para los inversores internacionales. Así lo muestra un estudio realizado por Jones Lang Lasalle que sitúa a este tipo de activos como los primeros que se desean vender. El agotamiento del formato de sol y playa y la mala situación económica hacen el producto poco atractivo como inversión a corto plazo.
Los resorts de las cadenas hoteleras españolas en las costas nacionales han conseguido el primer puesto en intención de vender según los inversores internacionales. España, y más en concreto el segmento de playa, se considera el lugar menos seguro para invertir debido a la situación económica que presenta el país y la crisis inmobiliaria. Además el agotamiento del modelo del tradicional sol y playa español también ha influido en esta tendencia.
Algunas cadenas españolas ya se han dado cuenta de este situación y de los peligros que entraña seguir invirtiendo en complejos de playa españoles. Abel Matutes, propietario de la empresa Fiesta Hotel Group, puso a la venta a través de su propia inmobiliaria siete de sus hoteles de tres estrellas en las costas insulares debido a que su intención es centrarse en el segmento de lujo. Sol Meliá y NH, las dos hoteleras cotizadas del sector turístico nacional, también confirmaron en la presentación de sus resultados semestrales que la inversión en España se iba a paralizar para centrar su atención en otras áreas.
A pesar de este mal dato del mercado en España, 'el apetito por invertir en hoteles continúa fuerte' según se desprende del Hotel Investor Sentiment Survey (HISS) realizado por la consultora Jones Lang Lasalle. Sin embargo, según el informe, las transacciones hoteleras se han ralentizado considerablemente de forma global, siendo Estados Unidos el país más afectado, algo que continuará en lo que queda de año y todo 2009.
Con respecto a Europa, en el corto plazo existe una caída de las expectativas de transacciones hoteleras en la mayoría de las ciudades, especialmente en Madrid, Barcelona y Londres. El mercado español presenta pocas perspectivas de compras a corto plazo por la debilidad de la economía. Sin embargo, se espera que a medio plazo recupere el interés.
Los países latinoamericanos siguen teniendo un gran atractivo para poner el capital. Las zonas del Caribe, Brasil y Chile son las que los inversores consideran más interesantes para mantener los negocios actuales. Sol Meliá, por ejemplo mantiene todo su negocio en Latinoamérica. NH por su parte, ha dado el salto a los resorts caribeños con la puesta en marcha de su nueva marca de lujo Edenh.
En otro sentido, las hoteleras españolas también tienen en su punto de mira los emplazamientos urbanos en toda la zona de Latinoamérica, ya que consideran que queda mucho mercado en ese campo. Barceló, por ejemplo, va a inaugurar un hotel urbano en la capital de Nicaragua y la cadena Roommate, que dirige Quique Sarasola, acaba de abrir varios hoteles en Buenos Aires y México D.F. No van mal encaminados porque el interés inversor se encuentra en Santiago de Chile, México D.F. o Salvador de Bahía, Además del continente asiático.
En este escenario la intención de construir hoteles por parte de las españolas se centra en el Caribe y Sudamérica. La inclinación de los inversores sobre dónde invertir se centra, según el estudio, en Cancún y Los Cabos, a los que le siguen Buenos Aires, Río de Janeiro, São Paulo y el Caribe. Sol Meliá, la cadena de los Escarrer, tiene diversos proyectos en Brasil y continúa estudiando posibilidades en Cuba.