Intesa prepara con Air One, Atlantia y Piaggio un plan de salvamento para Alitalia
Recibe el simbólico nombre de 'proyecto Fénix', está apadrinado por el Banco Intesa Sanpaolo y ha reunido a lo más granado del tejido empresarial italiano con un sólo objetivo: salvar a Alitalia de una quiebra casi segura.
La operación de salvamento de la aerolínea de bandera vivió ayer su primer capítulo en Milán, adónde acudieron el propietario de la segunda mayor compañía aérea del país, Air One, Carlo Totó; el consejero delegado de Atlantia (antigua Autostrade), Giovanni Castelucci; o el presidente del Grupo Piaggio, Roberto Colaninno, al que los medios locales sitúan como futuro hombre fuerte de Alitalia.
El reto no es menor. Sacar adelante una aerolínea que pierde un millón de euros diarios y que acumula una deuda de 1.164 millones. El grupo está dispuesto a poner encima de la mesa mil millones, pero pretende recortar entre 4.000 y 5.000 empleos para crear un grupo de menor tamaño apoyado en Air One y Lufthansa, como socio internacional.