Las obras del puente sobre el Danubio se le complican a FCC
La construcción del puente Vidin-Calafat, que unirá Bulgaria y Rumanía, se le ha complicado a la española FCC. Estudios geológicos y los retrasos en las expropiaciones han motivado que la empresa pida al Gobierno búlgaro un aplazamiento en el tiempo y una importante modificación en el presupuesto.
La necesidad de nuevas infraestructuras en el entorno del río Danubio se ha convertido es uno de los mayores filones de negocio en el Este de Europa para el grupo español de construcción FCC, adjudicatario de dos grandes puentes. Pero el principal, el que enlaza suelo rumano con Bulgaria a lo largo de 1.971 metros de longitud, entre las ciudades de Vidin (Bulgaria) y Calafat (Rumanía), está acarreando más problemas de los previstos.
La actuación fue confiada a FCC en febrero de 2007 por 116 millones, lo que representó una baja cercana al 50% respecto a las previsiones del Gobierno búlgaro. A partir de ahí, comenzaron los estudios geológicos y los trámites para expropiar los terrenos necesarios a ambos lados del puente. Los informes, en algunos casos exigidos por el supervisor de la obra, la ingeniería francesa Ingerop, han inspirado distintos cambios en el proyecto. Entretanto, los trámites para la obtención de los terrenos se están retrasando, unas veces por falta de acuerdo y otras por cuestiones burocráticas.
FCC debería entregar el puente a finales de 2010, pero ha solicitado una ampliación del plazo y, según ha reconocido el ministerio de Transporte búlgaro, también ha pedido una modificación en el presupuesto a la vista de la complejidad de la actuación.
Medios locales dicen que FCC busca doblar el presupuesto de adjudicación
Ni la compañía ni el Gobierno de Bulgaria han desvelado los términos económicos en que se han basado las negociaciones, pero la televisión nacional búlgara señala que FCC ha pedido 100 millones más, lo que implica prácticamente doblar la propuesta inicial que impulsó a FCC a ganar el contrato. En cuanto al plazo, la constructora asegura que hará todo lo posible por entregar la obra en la fecha prevista.
Desde el Gobierno búlgaro se calcula que el retraso sobre el calendario pactado acumula, de momento, unos cuatro meses.
Oferta a la baja
La Administración valoró el puente entre Vidin y Calafat en 226 millones de euros, más otros 10 millones en estudios. Una iniciativa que no estuvo exenta de un complejo proceso de licitación, ya que se alargó durante dos años, y en el que no faltaron las grandes constructoras interesadas.
FCC actuó en solitario y se impuso a 14 consorcios, de los que tres pasaron a la final junto a la española. Esos grupos estaban encabezados por Zublin (que hacía la obra por 158,3 millones), Bouygues (183,1 millones) y Vinci (268,2 millones).
La infraestructura forma parte del conocido como Corredor IV, que enlaza Dresden (Alemania) con Estambul (Turquía). Cuando el puente sea abierto constará de tres tramos: el primero da acceso al ferrocarril desde el lado búlgaro; el segundo parte de la misma margen búlgara hasta una isla intermedia y afecta a la zona no navegable del río; y el tercer tramo, en el área abierta a la navegación, está trazado entre la isla y la zona rumana. Los dos últimos están abiertos al uso mixto: ferrocarril y carretera. En la elaboración del proyecto participaron la oficina Fernández Casado y los técnicos de FCC Construcción.
Además, el Ministerio de Transportes de Bulgaria también eligió a FCC para acometer las obras de acceso, por ferrocarril (16,3 kilómetros) y carretera (seis kilómetros), al citado puente Vidin-Calafat. La española se hizo con ese contrato complementario valorado en 75,1 millones.