La CMT fuerza a las 'telecos' a tener redes propias en los nuevos barrios
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) no se ha enternecido. El aluvión de alegaciones que recibió de los rivales de Telefónica ante su intención de dejar a la operadora lo que consideran el monopolio del ADSL en los nuevos barrios no ha surtido efecto. En su fallo definitivo, el regulador dice que se trata de nuevas redes, así que todo el que quiera competir debe tener infraestructura propia.
Telefónica está obligada a compartir con los rivales la red que desplegó durante sus años de monopolio, pero los nuevos desarrollos de infraestructura son un tema distinto porque se realizan en competencia, a pesar de que la tecnología que usan y los servicios que dan sean los mismos y del poder económico que tiene la operadora por su condición de ex monopolio. æpermil;sta es la filosofía que ha aplicado la CMT en su resolución sobre el enésimo conflicto entre Telefónica y sus rivales y que permitirá a la primera conservar la exclusiva de la red que ha desplegado para llegar a los nuevos barrios de las grandes ciudades.
Para acceder a estas viviendas de reciente edificación, Telefónica no ha construido centrales convencionales como las que tiene en el resto del territorio, sino que ha optado por instalar microcentrales o nodos de tamaño reducido entre una central antigua y la vivienda. Son 2.600 nodos, que sirven a casi 370.000 líneas. El resultado es que los usuarios consiguen una calidad mucho mayor en sus servicios de banda ancha a la que tendrían sin esta ayuda intermedia -de hecho, es posible que incluso no tuvieran acceso a ADSL -, pero también que los rivales de Telefónica se quedan sin acceso a estos consumidores, que ven limitada su capacidad de elección con respecto a las otras redes.
Hace más de un año que la CMT delibera sobre este conflicto y, en su última sesión antes del verano, resolvió. La decisión llegó a principios de agosto a los afectados y tiene un vencedor: Tele fónica, y varios perdedores: sus rivales. Y es que el regulador considera que Telefónica no les está quitando clientes potenciales, sino que ella ha creado nuevos usuarios con un despliegue de su red que cualquiera puede emular.
La opción que les queda a los rivales del ex monopolio es replicar la red de Telefónica, para lo cual podrán usar la infraestructura civil -las canalizaciones-, o apostar por la compra de la oferta mayorista de la operadora. Esta última alternativa cuenta con el rechazo en pleno de los competidores, que la consideran una mera reventa de servicios de Telefónica a precios que no la hacen rentable y sin posibilidad de dar productos suplementarios.
Parte de la controversia que ha levantado la decisión de la CMT se debe a que el fallo final cambia radicalmente su veredicto inicial. En diciembre del año pasado, el regulador mandó al sector un documento con una posible propuesta de resolución para este caso, que obligaba a Telefónica a dar a sus rivales acceso a los clientes que dependen de los nodos. Telefónica alegó y defendió que se trata de nuevos despliegues y que las operadoras de cable también compiten en estas zonas, así que otras podían hacer lo mismo. Su postura convenció a la CMT, que en junio emitió otro informe en sentido contrario. Ahora lo corrobora en una resolución definitiva.
Críticas a la decisión desde el consejo
El regulador tiene la disidencia en sus propias filas. El vuelco entre la primera opción de la CMT para resolver el conflicto entre Telefónica y sus rivales por el acceso a los nodos y la resolución final no ha convencido a todo el consejo, como demuestra el voto particular de Inmaculada López.Esta consejera centra su crítica en dos aspectos. El primero, es que durante la instrucción del expediente se ha demostrado que Telefónica ha incumplido la reglamentación sin que por ello se tomen medidas.Pero, sobre todo, López cuestiona la viabilidad de la medida adoptada por la CMT, que puede resultar imposible para los rivales de Telefónica. "La CMT parece pretender diseñar un marco regulatorio para las redes del siglo XXI sobre la base de que la escala no importa: sin ninguna consideración alas limitadas cuotas de mercado que han conseguido en la banda ancha" los rivales de Telefónica, explica el voto particular.López recuerda que en una resolución anterior de la CMT sobre las redes de fibra, las que permitirán velocidades de ADSL de 100 megas, los operadores alternativos se consideraron "esenciales para preservar un adecuado grado de competencia". A pesar de ello, sigue el voto particular, "la CMT les propone en esta resolución, como única alternativa para poder competir con Telefónica y con las nuevas ofertas de banda ancha de alta velocidad, desplegar redes de fibra en acceso paralelas a las de Telefónica [...] sin ningún estudio que permita albergar una razonable esperanza de que esta propuesta es factible, al menos para alguno de ellos". En el caso de los nodos en nuevos barrios, López añade la dificultad de competir además con el cable.