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Pequeños gigantes

Una andadura de 40 años

Calzado Hergar, propietaria de la marca Callaghan, fabrica 1,5 millones de pares anuales y factura 30 millones de euros. Su última creación es una tecnología propia que permite al calzado adaptarse a cada pie cuando camina.

Cuando hace 40 años Basilio García abrió su primera fábrica, el entorno, el sector y el propio empresario eran muy diferentes a hoy. Seguramente, ninguno de los tres podían imaginarse que alcanzarían una situación que hoy les parece tan normal como el aire que respiran. Sin embargo, Arnedo era entonces una localidad riojana con excelentes artesanos del calzado, pero que carecía de identidad de marca. Y el entonces joven emprendedor lo tenía muy claro. 'Por mucho que hiciéramos los mejores zapatos del mundo -subraya, a sus 66 años, el fundador de Hergar-, si no son conocidos, nadie los va a comprar'.

Y a esta tarea empezó a dedicarse hace 40 años Basilio García. En 1972 lanzó su primera marca. Fue Garca, un zapato de caballero, que dio pie al conductor de Garca, un exitoso modelo que en 1987 se fusionaría con la segunda enseña, Tanke, inspirada en las botas de caza de alta montaña. De esta simbiosis nace Callaghan, que se convertirá en la primera marca emblemática del grupo.

García recuerda: 'Acertamos entonces al considerar que los mercados serían cada vez más globales. Por eso buscamos un nombre de marca que respondiera a una filosofía multicultural'. Y, en la práctica, Callaghan ha sido la fuente de inspiración de una variada gama de modelos. En la década de los noventa las colecciones de náuticos le convierten en la marca líder en España. La imagen de estos zapatos fue asociándose a los valores de libertad, disfrute y originalidad. La empresa arnedana había sido ya pionera en el lanzamiento del primer náutico con la tecnología de cámara de aire, en 1989.

El presidente de Hergar afirma: 'Siempre pretendimos crear zapatos que fueran reconocidos por el mercado como diferentes, por sus prestaciones, su calidad y su diseño. Por eso, el departamento de I+D+i es tan importante en esta empresa, hasta el hecho de llevarse el 10% de los ingresos por ventas. Un porcentaje de inversión que habla por sí solo'.

La continuada labor de Basilio García ha dado sus frutos. Los artesanos del calzado de Arnedo siguen siendo excelentes, pero hoy sus zapatos son conocidos en todo el mundo. Y ello les ha permitido actuar con ventaja en un mercado global, donde la clientela hay que ganársela día a día.

El empresario riojano ha tenido la suerte de ver reconocido su trabajo en vida, con la obtención de los más importantes galardones del calzado (entre ellos, el codiciado Fidelitá al Laboro, del Consorcio Santi Crispido e Crispiniano, considerado como el Oscar del calzado) a nivel nacional e internacional.

La pujanza de Callaghan es tan grande que la marca H20, creada por Hergar en 1987, acabará convirtiéndose en Miss Callaghan en 1994. Un año antes Callaghan había creado las botas cien por cien reciclables, un modelo que se convierte en el icono de la moda a mediados de los noventa. A la conclusión de esta década, Callaghan logra posicionarse y ser reconocida por su amplia gama de producto, capaz de atender a un público cada vez más amplio y heterogéneo.

La incorporación en 1991 de la emblemática marca Gorila constituye uno de los grandes hitos de la empresa. Y es que desde 1942 Gorila era el referente de la durabilidad en calzado para unos niños de posguerra y albores del desarrollo que jugaban con aquella mítica pelota que se regalaba con cada par de zapatos. El secreto estaba en la fabricación en autoclave (la marca fue la primera en utilizarlo), que imprimía al producto una resistencia que lo convertía prácticamente en indestructible. Ambos activos siguen manteniéndose en la actualidad en una marca cuyo recuerdo permanece intacto en la memoria de varias generaciones. García asegura: 'Tenemos el reto de exprimir el gran potencial de Gorila para convertirla en una de las marcas líderes en el sector mundial del calzado'.

Con la llegada de nuevo siglo, Callaghan inicia una audaz estrategia de diferenciación, que implica la redefinición corporativa y de marcas. Se potencia la exportación y globalización del grupo, para facilitar la penetración en nuevos mercados.

La irrupción en China es una de las consecuencias de este nuevo y ambicioso planteamiento. La expansión por el país asiático, al lado de firmas como Versace, Aldo Brué o Tommy Hilfiger, prevé la apertura de un centenar de puntos de venta hasta 2012. 'Debemos seguir creciendo y, para ello, hay que adaptarse a los nuevos tiempos', subraya el fundador de Hergar.

A la moda, pero innovadores

Desde su mismo inicio, una de las principales armas del grupo riojano estriba en la innovación. 'Buscamos nuevas tecnologías para mejorar nuestros zapatos, sin renunciar a la moda y a un estilo atractivo', señala García. En 2003 Hergar lanza Callaghan Airclimaction. Un sistema que reduce la temperatura del pie en cuatro grados y lo mantiene constantemente en la graduación óptima.

En 2004 Hergar alcanza uno de sus grandes logros tecnológicos: el sistema Callaghan Adaptación. García explica que 'el pie no es una estructura fija y, durante el proceso de caminar, en el punto de mayor presión, viene a aumentar su tamaño entre cinco y ocho milímetros. Como el calzado convencional no está preparado para este cambio, la consecuencia son roces, deformaciones y, como poco, incomodidad. En cambio, nuestros zapatos se adaptan al pie, haciendo que se expanda la suela en función de cada tipo de pie y de cada forma de andar. Invertimos tiempo y dinero, pero ahora estamos orgullosos de contar con una tecnología propia, patentada internacionalmente y referencia mundial del sector'.

Para García, 'los industriales españoles del calzado no podemos competir por precio, ni siquiera por calidad en sentido tradicional. Tenemos que contar con un producto diferenciado y ese valor añadido lo proporcionan la tecnología y el diseño, porque la calidad es un valor que se da por supuesto'. Y subraya: 'Nuestra filosofía se asienta en la combinación y perfecto funcionamiento de cuatro elementos: distribución, imagen, producto y precio. Pero esos son pilares básicos porque, por encima de cada uno de ellos, está la innovación para ofrecer a los consumidores algo que no puedan encontrar en otras en otras marcas'.

A todo ello añade García el valor familiar de la empresa, carácter que extiende a todos los trabajadores del grupo. 'Hemos buscado siempre que el trato y el ambiente de trabajo sean excelentes para que los empleados sientan como propios los problemas y logros de la compañía'. Hergar aumentará su oferta con la incorporación de complementos en sus marcas, proceso que se iniciará con prendas de vestir y conjuntadas con el calzado de Gorila. 'Es una de las muchas posibilidades que impulsa el tirón de la marca', concluye.

Datos básicos

En familiaHombre sencillo, entrañable y familiar. Basilio García, no sólo presume de su empresa sino, sobre todo, de sus cuatros hijos. Entre ellos ha repartido las principales responsabilidades del grupo. El trabajo en familia es imprescindible para la firma.ProductividadLa compañía es un gigante que produce más de 1,5 millones de zapatos al año, con más de 30 millones de euros en ventas, exporta el 30% y crece a un ritmo anual del 15%. La marca Callaghan cuenta con 3.000 puntos de venta en los cinco continentes. 'La tecnología se ha convertido en la llave perfecta para abrir mercados', asegura el fundador de Hergar, Basilio García.GratitudEntre las cartas que reciben, agradeciendo la tecnología que se adapta al pie de Callaghan, destaca la firmada por el director de cine Luis García Berlanga. 'Aunque, debido a mis torturas enriquecedoras de callistas, soy un poco complicado en encontrar el zapato soñado, por fin he encontrado mi sueño. Mi agradecimiento es inmenso, porque ya sabrás, tú mejor que nadie, lo que es conseguir que uno pueda andar sin estar casi blasfemando contra alguien', escribió el creador de ¡Bienvenido, míster Marshall! o Calabuch.

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