El euríbor mantiene su cotización diaria en el 5,313% y sitúa la media mensual en el 5,343%
El euríbor, tipo de interés al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España, mantuvo hoy su cotización diaria en el 5,313%, después de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera el pasado jueves dejar sin variación los tipos de interés, en el aniversario del inicio de la crisis ''subprime''.
Esta es la tasa más baja registrada en lo que va del mes de agosto y, según los analistas, refleja que el mercado interbancario no solo daba por descontado que el instituto emisor europeo dejaría igual el precio del dinero, sino que además no prevé acometer una subida a corto plazo.
Los siete valores del euríbor pertenecientes a los días en que ha habido actividad bancaria arrojan una media de 5,343%, y en caso de que el mes cerrara así, supondría una subida de 0,68 puntos respecto al índice de agosto de 2007 (el 4,666%), cuando se desataron las turbulencias financieras por las hipotecas basura de Estados Unidos.
Los expertos prevén que el índice se mantendrá en tasas elevadas en los próximos meses y seguirá agravando las dificultades de los españoles para pagar sus hipotecas hasta que bajen los tipos de interés y se mitiguen los problemas de liquidez en el mercado.
La mayoría de los analistas prevé que el euríbor se mantendrá en torno al 5,4% en los meses de verano, aunque los más pesimistas no descartan la posibilidad de que llegue a tocar el 6%. El consenso es que ninguno pronostica subidas tan acusadas con las de los últimos meses.
El euríbor cerró el mes de julio en el 5,393%, lo que supone un nuevo máximo histórico por segundo mes consecutivo y encarece las hipotecas en 74 euros al mes y 890 euros al año. Los expertos auguran que el organismo que preside Jean Claude Trichet no subirá los tipos en lo que queda de 2008, y basan su argumento en la bajada del precio del petróleo, uno de los principales componentes que inciden en la inflación.
No obstante, inciden en que el euríbor no retrocederá posiciones mientras persistan las tensiones en los mercados financieros, que podrían prolongarse más allá de 2008 e incluso 2010, según la banca española.