La selección española tumba a Grecia en su estreno olímpico
España es un vendaval. Los hombres de Aíto García Reneses comenzaron su andadura en la Olimpiada con una inapelable victoria ante Grecia, uno de los rivales más duros que existen en el panorama del baloncesto. Los partidos contra el combinado heleno acostumbran a ser de una gran exigencia física, pero en esta ocasión, quien impuso el ritmo, quien dictó el tempo, fue la selección española. El equipo nacional ofreció una exhibición de recursos, un extenso repertorio estratégico que le permiten soñar con alcanzar la cota más alta de la cita olímpica. España dominó el encuentro de principio a fin. Los Rudy, Gasol, Navarro y compañía pusieron contra las cuerdas a Grecia, que los últimos instantes, y apelando al espíritu combativo que le caracteriza, trató de maquillar el electrónico, que se quedó en el definitivo 81-66 favorable a los chicos de Aíto.
La toma de contacto con la competición olímpica entre las selecciones dirigidas por Panagiotis Giannakis y Aíto García Reneses fue un calco durante los cinco primeros minutos de partido. José Manuel Calderón y Rudy Fernandez sumaron los diez primeros puntos con una canasta de dos y un triple cada uno. Del mismo modo se repartieron la cuenta helena Vasilis Spanulis y Dimitris Diamantidis: 10-10 en el minuto 5. Acciones calcadas una de otra se sucedían a ambos lados de la pista. Aíto dejó a Pau Gasol en el banco de salida. En su puesto, el hermano mediano de la saga, Marc, ocupó el centro de la zona hasta la mitad del periodo, instante en el que dieron comienzo las rotaciones.
Grecia desplegó un excelente baloncesto, sobre todo en cuanto a la intensidad defensiva, hace quince días, en el Preolímpico de Atenas donde sacó el pasaporte para Pekín 2008. Todos estos días sin competir levantaban dudas sobre el estado de forma del equipo griego. Sin embargo, Giannakis ha sabido mantener el tono y España tuvo muchos problemas para anotar durante toda la primera parte. Catorce minutos después del salto inicial, el marcador aún arrojaba muestras de la paridad que rodea a ambas formaciones. Con 22-22, sin embargo, ya podía apreciarse las dificultades hispanas para hacer diana: los porcentajes de tiros de dos, de triples y, en conjunto, de tiros de campo reproducían la misma cifra con un rendimientos del 33 por ciento en todos ellos.
Irrumpe Ricky
Una cifra claramente por debajo de lo que es habitual en la selección campeona del mundo. Los griegos estaban lanzando mejor (56 por ciento de dos y 43 por ciento de tres). Lo que les impedía aprovechar la escasa producción española eran las pérdidas de balón (diez en el intervalo). Aíto decidió que había llegado el turno olímpico de Ricky Rubio. El primer balón que cogió el base del Joventut acabó dentro del aro heleno en una bonita penetración con la derecha. Antes había debutado en la cancha de Wukesong el barcelonista Juan Carlos Navarro y, en ese lapso, España consiguió el primer parcial apreciable (6-0; 32-26). La serie creció hasta un 9-2 que dejó a la selección española en ventaja para reanudar el encuentro (35-29). Las sensaciones chocaban entre sí. Por una parte, España andaba lejos de la dinámica atronadora que suele imponer. Por otra, sin encontrarse cómoda, dominaba sin apreturas pese a tener enfrente a los subcampeones mundiales.
Y en medio de esa incertidumbre, España ajustó la brújula. La escasez realizadora dio paso a una racha que los griegos no esperaban. Los cinco primeros minutos del tercer cuarto se saldaron con un parcial de 15-2 que subió al marcador la mayor diferencia del choque hasta entonces (50-31 -hubo una máxima de veinte puntos-). Grecia no se lo explicaba porque la selección nacional tampoco había hecho nada especial, no había pisado el acelerador, no había echado el bofe en una defensa a la desesperada ni había introducido ninguna variable especial, únicamente había calibrado el punto de mira. Cinco minutitos y adiós al partido. España se lo metió en el bolsillo como si tal cosa. El síntoma es revelador. Los estrenos de las competiciones nunca facilitan la labor a nadie y los españoles, a medio gas, lo habían despachado como si tal cosa. Por eso los integrantes del cuerpo técnico de la selección de los Estados Unidos estaban tomando notas concienzudamente desde un discreto rincón de la grada. España les preocupa. Mucho.
Gasol: "Es sólo un partido"
Una de las piezas clave del combinado español, Pau Gasol, se ha mostrado cauto al finalizar el primer encuentro y ha advertido que "solo es un partido de grupo. Este equipo se basa mucho en la defensa. Aíto quiere que mantengamos una alta intensidad defensiva y ofensiva y eso es lo que hemos hecho en la segunda parte. Hemos podido correr y anotar con más facilidad que en el primer tiempo, hemos cogido una buena ventaja y hemos ganado a un equipo muy bueno, pero es sólo un partido de grupo". Gasol, pese a que todavía quedan por delante otros cuatro partidos y a que España compite en la misma parte del cuadro que los Estados Unidos, Alemania y China, a los que se suma Angola, indicaba la necesidad de analizar el resultado con mesura, pero al mismo tiempo ha comentado que "no ha sido una victoria en un partido de cuartos, que es cuando empieza lo verdaderamente importante", un síntoma de que tiene plena confianza en superar la primera ronda olímpica.